Uno de cada dos españoles en edad de trabajar tiene un nivel de formación que no le capacita profesionalmente. En concreto, el 48,02% de la población activa española, según datos de la EPA (T1-2020) se encuentra en esta situación. ¿Consecuencias? Entre otras, dificultades para la competitividad de las empresas españolas, cifras siempre elevadas de paro estructural y una bolsa de trabajadores en permanente situación de vulnerabilidad que pasa a engrosar las filas del paro ante una recesión, disparando las tasas de desempleo por encima de los países de nuestro entorno y con enormes dificultades de recuperación.
Estos datos nos sitúan en muy mala posición en comparación con nuestros vecinos europeos. Los datos del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (CEDEFOP) apuntan otro dato preocupante: sólo la cuarta parte de la población activa posee grado medio de cualificación, frente a casi el 50% en Europa. Este tipo de cualificaciones medias son precisamente las más demandadas por el sector productivo. Por otro lado, se aprecia también la falsedad de la afirmación popular acerca de que en España todo el mundo va a la Universidad: nuestras cifras de titulados superiores son muy similares a las de Europa.
A medio y largo plazo ,es decir en el horizonte 2030, la situación seguirá presentando un desequilibrio importante según las previsiones de CEDEFOP. Esto sin duda es un reto a afrontar por parte de todos, desde las administraciones educativas hasta los centros docentes y también, por supuesto, cada uno de nosotros a título personal. Si eres de los que piensa que el día más feliz de tu vida fue cuando hiciste el último examen, si eres de los que crees que ya has logrado toda la formación que necesitas para el resto de tu vida profesional, vuelve a mirar esas cifras.
Las empresas del siglo XXI necesitan profesionales en constante desarrollo, que aprendan cada día, para poder adaptarse al vertiginoso ritmo del cambio tecnológico. No se trata de volver a las aulas de siempre: el Back-to-School de este siglo está enfocado en la omnicanalidad, los mindsets y competencias que te aseguran estar siempre al día y mantener a punto tu empleabilidad.
Mercados laborales que compiten a nivel internacional, nuevos servicios y productos, necesidades crecientes de innovación, agilidad y flexibilidad. Sólo hay una manera de liderar tu trayectoria profesional en este entorno: la formación permanente. ¿Estudias o trabajas…? Ya no son alternativas excluyentes.
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