Les confieso que me pongo a escribir esta tribuna de opinión con más ganas que nunca. Y no, no es por la ilusión que me hace cerrar este 2020 en RRHHDigital, ni por el mero placer (que lo es para mí) de poder escribir y ejercer mi profesión de la mejor manera posible. Nada de eso. Digo que tenía más ganas que nunca por la necesidad de que este trágico año llegue a su fin. Creo que todos, sin excepción, tenemos ganas de que acabe 2020, dejar atrás este curso maldito que nos ha hecho vivir los peores días de nuestras vidas a buen seguro. Y eso que las cosas empezaban bien, muy bien.
Arrancaba 2020 con muchas esperanzas y expectativas. A nivel laboral, que al fin y al cabo es el tema que tratamos en RRHHDigital, las cosas parecían encauzadas hacia un discurrir tranquilo a la par que ambicioso. Las previsiones económicas y laborales eran positivas y nos presentábamos, allá por el 7 de enero, con mucha ilusión y todavía más ganas de conseguir nuestros objetivos, de superar los retos que se nos presentaran y de intentar terminar el año con un gran sabor de boca. No sabíamos lo que nos esperaba.
Complicaciones
Todo ello se torció en el mes de marzo, cuando el coronavirus pasó de ser tema de conversación, nicho de bromas y risas y una tormenta de memes, a ser un verdadero problema, el mayor vivido en el último siglo. La pandemia de COVID-19 supuso un trastorno mayúsculo a todos los sectores y, de primeras, hablando siempre de los RRHH, provocó una paralización prácticamente completa de la actividad en nuestro país.
El confinamiento nos puso a prueba, nos retó en diversos aspectos: ¿Cómo vamos a dejar de ir a la oficina? ¿Cómo vamos a hacer reuniones y negocios desde nuestras casas? ¿De qué forma podremos realizar eventos durante este año? Estas y otras cientas de preguntas más se nos pasaron por la cabeza justo antes de pasar a la acción, de coger el toro por los cuernos y de enfrentarnos a la realidad, la cruda realidad.
Retos
Nos pusimos a ello y de un día para otro todos nos convertimos en teletrabajadores, en expertos en videollamadas, en tecnología, en aplicaciones informáticas… lo intentamos y lo conseguimos. Logramos mantener la actividad desde nuestras casas (aquellos sectores que podían trabajar en remoto) y, prácticamente a la fuerza, impusimos una serie de tendencias que estaban llegando de forma lenta, paulatina y en muchos casos, tardía, y que de repente se quedaron con nosotros. No hay más que atender a una estadística: en España hemos pasado de menos de 4% de teletrabajadores al 34%; esto es, un tercio de los empleados de nuestro país. ¡Quién lo iba a imaginar!
Todas estas tendencias, el trabajo en remoto, la flexibilidad laboral, los entornos laborales híbridos, la digitalización, la virtualización, el e-learning… han llegado para quedarse tal y como hemos ido narrando en este medio a lo largo del presente ejercicio.
Pero más allá de todo ello, la adaptación a esas nuevas tendencias supuso muchos trastornos. Ante el teletrabajo no éramos capaces desconectar y descansar, no sabíamos cuándo finalizar nuestra jornada; ante la digitalización nos vimos avocados a una conexión constante que nunca acababa y que ha provocado problemas mentales, visuales…; ante las dificultades laborales y económicas quisimos hacer más, no parar, trabajar más que nunca para sacar nuestros negocios adelante en momentos complicados y ello nos ha provocado más estrés, más cansancio y más carga laboral.
Estas problemáticas y cómo solucionarlas ha supuesto un gran reto para los responsables de gestión de personas, cuyas preocupaciones han tenido a las perosnas en el centro, a sus empleados como el eje angular de su planificación, la salud y el bienestar de sus plantillas a la cabeza de sus agendas. Y esta, señores, es quizá la tendencia más importante, la de pasar de ser simplemente números a ser, por fin, personas. Lo humano, en plena era digital, vuelve a ser más importante que nunca.
Hablando de RRHHDigital, tanto como medio como empresa, el año ha sido duro, he de confesarlo. Todos los retos arriba expuestos nos han extraído el 100% de nuestras fuerzas, tanto mentales como físicas. He de confesar que cogemos las vacaciones, los días de asueto navideño, con muchas ganas de desconectar al fin, de olvidarnos de la frenética actividad del día a día. Porque no, no hemos parado. La actualidad nunca ha cesado en este medio, las noticias nunca dejaron de salir de nuestros equipos y nuestros teclados no han cesado su actividad ni un instante. Tampoco hemos parado a nivel de eventos, adaptándonos, eso sí, a las exigencias de lo que denominamos la nueva realidad: apostamos por los webinars -ya ni recuerdo cuántos hemos hecho-, por los eventos online y por los congresos híbridos, como el HR Hybrid Forum o el Congreso de Compensación y Retribución que se culminaron con éxito.
Oportunidades
Pero en este año duro y complicado, además de los problemas y retos también ha habido oportunidades. Y es que de toda crisis sale una oportunidad como suele decirse y en esta no iba a ser para menos. Las oportunidades llegan, el desarrollo profesional y el talento lo permiten y eso es lo que ha ocurrido en nuestro medio. Ana Toro, jefa de redacción de RRHHDigital durante más de once años abandonaba el barco de los recursos humanos para subirse al barco del corazón. Su nuevo destino, HOLA, a buen seguro cumplirá sus expectativas: crecimiento profesional, nuevos retos, aprendizajes… y desde estas líneas le deseo la mejor de las suertes en su nueva aventura laboral.
Y para mí, desde luego, la oportunidad ser jefe de redacción en este medio es sin duda apasionante. Un paso más en mi carrera laboral cuyo objetivo no es otro que intentar desarrollarme al máximo y, sobre todo, ejercer mi pasión como es el periodismo. Acojo esta nueva función, este nuevo cargo, con toda la ilusión del mundo, deseando dejar mi impronta en RRHHDigital y, sobre todo, seguir aprendiendo y creciendo profesionalmente junto al gran grupo de personas que componemos esta compañía.
Más allá de estas complicaciones, retos y oportunidades, cómo no cerrar este 2020 en el que hemos sentido temor, angustia, preocupación, trastornos de salud y económicos, incertidumbre, estrés o cansancio -sí, todo esto y mucho más hemos sentido en solo 365 días- agradeciendo al gran equipo que forma RRHHDigital, a todos mis compañeros, por su labor y, sobre todo, por su compromiso e implicación cada día, sin todos ellos, sin todos nosotros, 2020 hubiera sido mucho mucho peor. ¡Gracias a todos!
Por último, desear a todos nuestros lectores unas felices fiestas y, sobre todo, muchísima salud que, al fin y al cabo, es lo más importante. Lo sabíamos pero el 2020 ha venido para recordárnoslo… ¡y lo necesitábamos!
¡Nos vemos en 2021!
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