Dicen que el Derecho al “pataleo” no te lo quita nadie, pues cual alumn@ podre que le calienta la silla al alumn@ ric@ antes de empezar las clases en época de frío, aquellas profesiones identificadas como ”esenciales” en los primeros compases de esta pandemia -desde la publicación del RDL 10/2020, allá cuando éramos “pequeños”- han estado soportando en sus hombros el tener que calentarle la silla a alguien (omito lo /del alumno/a rico) y, justo después de calentarla, “proteste usted lo que quiera, pero sin molestar mucho”.
La primera ola
En materia laboral, a quienes se le ha estado (y se le está) calentando la silla ha sido a al Ministerio de Trabajo y Economía Social (y por corresponsabilidad a todos los operadores laborales que comparten la encomiable y dificilísima edición de la legislación laboral a aplicar mediante negociaciones previas) en su empeño de indicar en la fase de EJECUCIÓN de lo legislado con “nocturnidad y alevosía”, pues lo de publicar los BOE`s un domingo a altas horas para “entrar en vigor desde su publicación” (independientemente de valorar lo acertado –o no- de la norma) ha sido, literalmente, un “sin vivir”, y no sólo para los gestores privados en materia laboral -profesionales (jurídicos o no) de Relaciones Laborales y Recursos Humanos, principalmente- si no también para la propia Administración Pública y las PERSONAS que la conforman (Profesionales de la Tesorería General de la Seguridad Social, Instituto Nacional de la Seguridad Social, Servicio Público de Empleo Estatal,…) y también extensivo (lo de un “sin vivir”) a la propia Ciudadanía en general, en la que tod@s nos hemos visto, de la noche a la mañana, con unas obligaciones inmediatas con las que, ni la propia Administración (ni nadie) tenía las “herramientas” suficientes, ni tampoco había unificación de interpretación a la norma -las cuales salían a la luz, en su caso, varios días (o semanas) a posteriori- (léase, por ejemplo, Boletines Red del Sistem@ Red, Interpretaciones de la Autoridad Laboral o notas provisionales del SEPE, …).
Una posible solución PREVENTIVA a esta situación, creada y descrita en el párrafo anterior, hubiera sido el ejecutar efectivamente, una más que vieja reivindicación, la que debiera ser la primera lección de la primera hora, de la primera clase del primer curso para poder ser Legislador: la de legislar de la mano de aquellas personas, técnicos o instituciones que tengan que aplicar aquello que legislan para que, al menos, las cosas que legislan sean realizables en el tiempo de ejecución que obliga a toda persona humana, jurídica, organismos públicos o “criaturitas” que tenga alcance dicha legislación.
Toda esta situación, además, ha sido “calentada” previamente por varios actores/actrices en esta función que me atrevería a catalogar como tragicómica: el/la responsable de turno que, con micrófono delante se ha occupado de realizar anuncios previos a la publicación del BOE en cuestión; las interpretaciones que hacían los profesionales de la comunicación (basadas en los anuncios previos que hacían l@s anteriormente nombrados); y, sobre todo, las interpretaciones que hacían las Redes Sociales a dichas comunicaciones previas (y que ahora algun@s la denominan noticias falsas o “Fake News”),… Todo este calentamiento comandado por est@s actores o actrices mencionad@s han supuesto un “gazpacho” incalculable e indescriptible de “presión social” hacia quien tuviera que resolver algún asunto o cuestión en relación a las relaciones laborales (por cierto, espectador VIP en esta tragicomedia) cuyos asuntos o cuestiones, tenía que resolverlas –pues no había nadie más en la trinchera- cuya respuesta reiterada en la defensa de la Justicia Social está siendo la reiteradísima: “sólo me leo (e interpreto) los Boletines Oficiales, el resto no entro a debate, lo lamento”…
Todo lo descrito es lo que me atrevo a denominar: “La Primera Ola” para los gestores de las relaciones laborales en España: l@s Graduados Sociales y Abogados especializados en Derecho Laboral, principalmente.
Pues, ¡¡¡ahí va la “trampa” de haberte nombrado “esencial” chaval/a!!!, ahora “patalea” lo que quieras.
En una escena más positiva, en la parte más blanda (soft) de la Dirección y Gestión de PERSONAS, opino que aquellas que han podido trabajar y defender su puesto de trabajo lo ha hecho con su COMPROMISO de centrarse en su tarea, focalizándola de forma cortoplacista e incrementando su interés en la capacitación y formación, es decir, buscando la EXCELENCIA con el objetivo de creer ciegamente en que de esa situación tod@s saldríamos reforzados (RESILIENCIA).
Para poder llegar a este objetivo (aprovechar esta situación para salir reforzados) la mayoría de las PERSONAS han ido olvidando un poco el “¿y de lo mío qué?” para ir “desde lo colectivo hacia lo individual”, es decir se ha cultivado una RESPONSABILIDAD Colectiva bajo el lema, casi unísono en muchas organizaciones de “tu seguridad y tranquilidad es nuestro objetivo” que ha superado, incluso, su entorno laboral, pues llegó previamente a todo el ámbito social, creándose un sentimiento de pertenencia social “bestial” bajo el lema “Todo saldrá bien” y la canción “Resistiré” de el Dúo Dinámico.
Lo indicado en el párrafo anterior, ha requerido de un enorme esfuerzo de comunicación interna y externa, trabajando líneas de comunicación, incluso nunca antes utilizadas, que han requerido de TRANSPARENCIA e INNOVACIÓN por parte de tod@s.
Tanto la organización como las personas que la integran han trabajado por su rápida adaptación a: las normas de protección colectiva e individual en materia de Seguridad y Salud Laboral; implementación de Planes de Contingencia, adaptación a los cambios (y requetecambios) en las formas de trabajar o de relacionarse.
Toda esta ACTITUD ha supuesto a estas personas el SUPERARSE a sí mismo y buscar la EXCELENCIA mediante la PROFESIONALIDAD, INNOVACIÓN, VOCACIÓN DE SERVICIO, TRANSPARENCIA y el COMPROMISO, algo que, siendo un espectador privilegiado en la Dirección y Gestión de Personas me ha alegrado mucho (muchísimo) pues, en los momentos complicados, seguimos y seguiremos siendo PERSONAS.
Mientras, las PERSONAS que han tenido que quedarse en casa, desde o durante la pandemia, tras el periodo de adaptación a este cambio impuesto, desarrollando sus habilidades en todo aquello que ha requerido su presencia telemática, adaptándose al tele trabajo; valorando la conciliación laboral; aprovechando la formación o capacitación on line; descubriéndose a sí mismo y a los que tienes cerca de sí; gestionando el enorme “tsunami” de información contradictoria que tod@s hemos recibido; leyendo y sancándole partido a los juegos de mesa, practicando deporte o relajación en casa con tutores on-line,…, todo esto ha supuesto el SUPERARNOS a nosotros mismos e INNOVAR para cuidarnos, y no sólo físicamente si no también psicológicamente, poniendo en práctica las recomendaciones para evitar los riesgos psicosociales, poniéndolos en primera línea de importancia tanto en el ámbito organizacional, familiar y social, llegando a apreciar y aprovechar esta oportunidad de cambio para salir reforzados y crecer como PERSONAS.
La segunda ola
Para aquell@s que se dedican a la gestión de las Relaciones Laborales en España, y volviendo al “Derecho al Pataleo”, la cosa no termina, sigue y seguirá, pues nos la han “metido por la escuadra” de forma indefinida, pues dicen que estamos en plena Segunda Ola. Pues sí, ahora viene otra que se llama Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social (organismo, sin duda, acuciado oportunísimamente por sus “mayores”) l@s cuales vienen con el “lápiz muy bien afilado” realizando su labor, encomiable y más que necesaria como organismo de control, para que se responda el “por qué se hizo esto así, o aquello asao” por parte de a quienes se les ha “soltado” la obligación -de la noche a la mañana- de haber interpretado ADECUADAMENTE esta obligación desde su publicación, por cierto, interpretación oficial y algunas no vinculantes o provisionales, y en su caso, redactada a los días, semanas o meses a posteriori.
Dicho lo anterior, mi pregunta va para quien se sienta aludido, “¿Quién se leyó, interpretó y respondió a los ciudadanos desde el minuto 1 desde la publicación del BOE?” Todo ello a base de horas de lectura, horas de conversaciones, horas de consultas (a un@ mism@ o a compañer@s, pues la Administración también estaba “confinada” en un bunker a la que no llegaba ni la línea telefónica) pagando, previamente, una factura de desgaste físico, psicológico y de conciliación familiar, poniendo en juego, además, la reputación, responsabilidad y confianza profesional ….Pues me respondo a mí mismo, la respuesta a la pregunta es precisamente a quienes les ha recaído la obligación: a l@s “esenciales” quien, eso sí, tienen derecho a su “pataleo” que quienes, si o sí, han perdido la batalla aunque, espero, no la guerra.
Al menos sí, hay que reconocerlo, la “palmadita” en la espalda, cual bálsamo de reposición al esfuerzo suponga para cada cual, en algunos estamentos se está produciendo, léase el apoyo y reconocimiento de las personas dirigentes de los organismos públicos y operadores de las relaciones laborales (SEPE, TGSS, …) sabedores del esfuerzo del colectivo de l@s Graduados Sociales y operadores jurídicos en pro de la “Justicia Social”, dicho reconocimiento al colectivo es algo de agradecer, aunque considero que tiene que venir NECESARIAMENTE secundado por la complicidad de todas las administraciones para facilitar nuestra labor de colaboradores con la Administración, por lo que tendremos que entendernos y mejorar esta relación entre “soci@s” para un bien común, la ciudadanía y la “Justicia Social”.
La tercera ola
Por último, ya a finales de este 2020, se invita a pensar en la Tercera Ola, pues piensen, piensen en lo que se viene, que ésta tardará en llegar un poquito, y es el enorme “tapón” que se está produciendo (y tendrá que desatascarse a base de tiempo, salvo que se invente otra cosa) en los CMACs, SMACs, SERCLAs y Juzgados de lo Social, habida a cuenta de las desvinculaciones producidas tanto en la Primera Ola como cuando se supere la “salvaguarda del empleo” en organizaciones que activaron ERTEs…. Habremus novun “pataleum” (latín un poco “inventao” 😉
Como posible ayuda a superar esta Tercera Ola, considero que es el momento de sacar a relucir una herramienta (ya inventada) denominada “Mediación Laboral”, potenciándola y dándole una mayor entidad jurídica a quienes puedan actuar como mediadores laborales (habilitados previamente) llegando a acuerdos entre partes en un ámbito privado para que, posteriormente se habilite un registro oficial (a desarrollar) de tales acuerdos en la Administración de corresponda, desatascando preventivamente, por tanto, a los CMACs, SMACs, SERCLAs, Juzgados de lo Social,…
No quiero dejar pasar la oportunidad de dar las gracias, gracias y gracias a todos y todas las entidades, organizaciones (públicas y privadas) así como las PERSONAS que la conforman por ser y ESTAR en la ocupación de salir reforzados de ésta situación entre tod@s.
Para finalizar, esperando y deseando que con tanta Ola no os maree esta situación, vamos tod@s al Turrón ;).
Un tele-abrazo a tod@s.
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