Guiadas por la necesidad de garantizar la continuidad de las actividades durante la pandemia, muchas organizaciones han tenido que tomar decisiones rápidas, tácticas e incluso estratégicas, para permitir que más del 90% de su personal trabaje en remoto al mismo tiempo.
El trabajo remoto no es un concepto nuevo. Lo novedoso es que, debido a los tiempos sin precedentes que todos hemos estado afrontando, incluso los más escépticos de la cultura de trabajo ágil y remoto, han tenido que adoptar y confiar en esta práctica. Si bien las soluciones que permiten a toda una empresa trabajar al mismo tiempo y a distancia existen desde hace mucho, el ritmo al que las organizaciones han tenido que adoptarlas en los últimos meses, ha traído un nuevo conjunto de desafíos para todos. La seguridad, la red y la cultura empresarial, son tres de los más importantes.
Seguridad total
Garantizar un sistema seguro es una parte clave de la resiliencia operativa de una empresa. En una época en la que las organizaciones se ven forzadas a buscar capital y recursos y la incertidumbre empresarial es alta, las vulnerabilidades pueden surgir con rapidez, especialmente con el crecimiento del trabajo en remoto. Los hackers ya han identificado nuevas formas de explotar las lagunas de seguridad que Covid-19 ha revelado y no dudarán en utilizarlas en su beneficio. Ya es bastante difícil mantener los datos seguros cuando los empleados trabajan desde la misma sede, pero aún más difícil cuando la fuerza de trabajo está dispersa y aislados unos de otros.
El primer paso para armar a su organización con las herramientas para mantener a raya a los hackers comienza con los empleados y su formación. Las organizaciones no deben escatimar tiempo ni esfuerzos para asegurarse de que los individuos estén totalmente al día en las mejores prácticas de protección de datos y hacer hincapié en los riesgos potenciales que una mala “higiene cibernética” puede traer a la empresa.
Un enfoque de «confianza cero» (“Zero-Trust”) es otra táctica que se aplica tanto a la mentalidad de los empleados como a la forma de gestionar la confianza dentro de las redes y los sistemas. El concepto que hay detrás es que se trata todo el tráfico de la misma manera por defecto hasta que la identidad del usuario o el software se identifica como seguro y dentro de los medios de la empresa. Con la llegada de tecnologías que nacen de la IA, como el “Machine Learning” combinado con la computación de alto rendimiento, la capacidad de analizar grandes cantidades de información de registro es ahora posible casi en tiempo real. Esta capacidad combinada puede proporcionar análisis críticos que pueden ayudar a encontrar posibles vectores de ataque y cerrarlos antes de que puedan ser explotados, ya sea por “malware” externo o causados por malas prácticas internas.
También se puede confiar en una sólida infraestructura de escritorio virtual para establecer o ampliar el acceso seguro a las aplicaciones y los datos, como se puede ver en varias organizaciones, que van desde servicios financieros hasta los propios “call-center”.
Tensión en la red
No es de extrañar que con el importante aumento en la demanda de banda ancha rápida y fiable se haya producido el inconveniente de las tensiones e interrupciones de la red. La banda ancha doméstica y las redes móviles de países como el nuestro no fueron diseñadas en un principio para soportar el 90% de la fuerza laboral conectándose desde sus casas. Pero la pandemia mundial ha cambiado las demandas de la noche a la mañana. Aunque el papel de mantener conexiones de red sólidas recae parcialmente en los proveedores de red, hay medidas que las organizaciones pueden tomar para mantener a los empleados conectados y asegurar así su productividad.
Asegurarse de que la infraestructura de la red privada virtual (VPN) de su empresa pueda manejar un alto número de usuarios al mismo tiempo es una clave para superar este desafío. Si bien el trabajo desde casa y los problemas de red que lo acompañan se consideraron en su momento como un problema temporal, la tendencia hacia una fuerza laboral remota y sostenida en el tiempo, significa que todo el mundo dependerá de una conexión rápida y fiable en todo momento. Además de una sólida estructura de VPN, es imprescindible asegurarse en ofrecer a los empleados de la compañía, una conexión fuerte y consistente con una red de comunicaciones exterior a la misma, que se comprometa a mejorar continuamente sus capacidades. A lo largo de la pandemia, muchos de los principales proveedores de telecomunicaciones de todo el mundo han reafirmado sus objetivos de ofrecer la mejor conexión de red posible.
Cultura empresarial
Demasiado a menudo vemos que la tecnología asume la culpa de los retos que las políticas de trabajo a distancia traen a las organizaciones, cuando la realidad es que la cultura de una empresa juega un papel igual, si no más importante, en la forma en que se adoptan estas prácticas a distancia. No hay una manera concreta de hacerlo. La necesidad de proporcionar a los empleados suficiente acceso remoto y equipos eficaces para trabajar de forma segura y productiva desde casa, es primordial. Pero garantizar que los procesos internos y la formación correspondiente se ponga en marcha para apoyar este cambio al que no están acostumbrados, es de igual importancia.
Es más, uno de los mayores desafíos ha venido no sólo de la necesidad de una infraestructura segura, sino de la recreación de un sentido de cultura empresarial dentro de una fuerza de trabajo aislada. Más allá de la necesidad de contar con las herramientas informáticas adecuadas para apoyar a las empresas, éstas deben buscar recrear un sentido de pertenecer a una comunidad de trabajo. Como ejemplo de buenas prácticas ejecutadas en muchas e importantes organizaciones, se pueden desarrollar sesiones centradas en la cultura, con el fin de animar a los empleados a mantener interacciones sociales con sus colegas desde sus casas, incluyendo mañanas de café virtuales, por ejemplo una vez a la semana, para ayudar a replicar los breves momentos en que los empleados normalmente se ponen al día en la máquina de café y en el que pueden fomentar el intercambio de ideas y la resolución de problemas.
El camino hacia delante
Ahora que la mayoría de las empresas han comenzado a asentarse en la nueva era del teletrabajo es posible que muchas estén buscando perfeccionar la estrategia y las soluciones adoptadas y la cultura para adaptarse a sus necesidades a medio y largo plazo.
Lo que ha quedado claro a lo largo del pasado confinamiento es que con el equilibrio entre una fuerte infraestructura IT y el enfoque en la cultura de la empresa y la comunidad, se puede lograr un trabajo a distancia productivo y seguro. La mejor manera de superar los desafíos del trabajo a distancia ahora y en el futuro es conectarse y protegerse (“connect & protect”), un concepto que creemos que permitirá a las empresas y equipos seguir prosperando incluso después de la pandemia.
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