A nadie se le escapa el hecho de que nos encontramos en un punto de inflexión a todos los niveles. Tras la pandemia sanitaria que nos azota, nada volverá a ser igual. Habrán cambiado nuestros hábitos cotidianos, nuestra forma de trabajar y nuestras prioridades como padres o madres de familia, como pareja, como hijos o hijas, como consumidores, como usuarios y como empleados o empleadas.
En ese ejercicio de introspección, los trabajadores y trabajadoras de nuestro país se han dado cuenta de la importancia que tiene y merece la salud, así como el bienestar físico y mental. De hecho, un 54 % de los profesionales preguntados por Cobee para la confección del informe La importancia de la salud para los empleados españoles, asegura que su interés en la contratación de un seguro de salud ha aumentado en los últimos meses debido a la pandemia.
¿Por qué ha crecido esta motivación? La respuesta está en el miedo al colapso del sistema sanitario público o la necesidad de contar con un servicio que ofrezca cobertura telemática las 24 horas del día para realizar consultas relacionadas con la Covid-19, o tratar problemas de ansiedad.
De hecho, un 44,4 % de los encuestados en el estudio citado asegura que la contratación de un plan de salud reduciría su nivel de estrés y aumentaría su capacidad de producción dentro de la empresa.
Y es que, desde RRHH hemos de escuchar a nuestros empleados y empleadas si queremos responder con eficacia a este cambio de prioridades en las necesidades de nuestras plantillas. Quizás sea hora de que nuestras políticas de beneficios sociales o de planes de retribución flexible no sólo se limiten a ofrecer tiques de comida o cheques de guardería. Puede que sea hora de que acomodemos esos planes diseñados para el bienestar de nuestros trabajadores con opciones que realmente les interesen como puede ser un plan de salud colectivo y personalizable.
El aquí y ahora es importante en un mundo que cambia a marchas forzadas empujado por la tendencia vertiginosa de datos de infectados.
La incertidumbre es máxima y muy mala compañera de viaje en el entorno empresarial y económico, por no hablar de la tensión que esto genera en la plantilla de cualquier entidad.
Estas son razones de sobra para intentar paliar la situación que nos acontece a través de acciones empresariales que busquen la máxima flexibilidad para adaptarse a las exigencias que impone el día a día. De esta manera conseguiremos no solo adecuar la actividad diaria de nuestra empresa a los vaivenes del mercado, sino facilitar la vida a nuestros empleados y empleadas y mejorar su rendimiento mediante una respuesta que les brinde cierta seguridad y la posibilidad de conciliar.
Hablamos de flexibilidad de horarios y jornadas, de la posibilidad de teletrabajar, de digitalizar los beneficios a disfrutar…, en definitiva, de toda una suerte de acciones encaminadas a solventar una situación que aún durará meses. Creo que es importante destacar que la comunicación ha de ser el inicio de una predisposición al cambio con el fin de mejorar, tenemos que escuchar a nuestros empleados y ofrecerles servicios que realmente demandan.
Un 90 % de los trabajadores encuestados confiesa que el principal motivo por el que su nivel de estrés ha aumentado durante la pandemia está relacionado con su trabajo. Los motivos: el miedo a la pérdida del empleo, un aumento en la cantidad de tareas a desarrollar y la falta de adaptación al teletrabajo.
Teniendo en cuenta estas afirmaciones, las empresas han de realizar un verdadero ejercicio de comunicación con sus empleados, de tal forma que pueda hacerles participe de la realidad económica a la que se enfrenta la empresa, para brindar transparencia y seguridad.
Más de un 50 % de las personas preguntadas consideran muy importante que su empresa les ofrezca planes de salud. Quizás esta sea una respuesta que toda empresa deba plantearse, la de maximizar y potenciar planes de salud diseñados para responder a las necesidades actuales y futuras.
Los comentarios están cerrados.