Muchas veces creemos conocer qué piensan nuestros empleados, creemos que nuestra gestión es adecuada y que todo marcha bien. ¿Pero esto es cierto o es sólo una percepción?
No podremos afirmar que conocemos lo que pasa en nuestra empresa si no mejoramos la comunicación con nuestros empleados/as y creamos canales de comunicación abiertos y permanentes que nos permitan conocer en cada momento cual es el estado de ánimo de nuestros trabajadores.
La salud, la conciliación familiar, las relaciones personales, el desarrollo profesional, son temas que preocupan a trabajadores y organizaciones pero no siempre se ven desde la misma óptica, por ello es necesario conocer qué opinan los trabajadores para que de esta forma se pueda realizar una integración de intereses y que toda la organización esté alineada, que se compartan valores y todos vayan en una misma dirección.
¿Pero podemos conseguir esto sin que participen los trabajadores?
Nosotros creemos que no, creemos que los trabajadores tienen que estar en el centro de la organización y que el fomento de la participación y de la escucha activa han de ser los fundamentos de una nueva cultura de la gestión de los recursos humanos que nos permitan una rápida adaptación a las nuevas situaciones que nos vienen dadas por la rápida evolución de la tecnología o por la constante evolución de los mercados o por situaciones imprevistas como la pandemia que en estos momentos estamos viviendo y que va a dar lugar a una nueva forma de entender y hacer las cosas.
Crear mecanismos de consulta y participación es fundamental para conseguir adaptarnos a los cambios y crear organizaciones resilientes mediante la gestión de los recursos humanos a través de las nuevas tecnologías basadas en la inmediatez de la interacción y en metodologías ágiles que proporcionen al trabajador un feed back y generen una sensación de pertenencia.
Es el momento de cambiar los canales de comunicación y participación y olvidarse de las metodologías estáticas que generaban diagnósticos que no tenían capacidad de evolucionar al ritmo que los momentos que vivimos requieren. Es el momento de generar sistemas de evaluación continua que nos permitan medir en cada momento la situación y establecer las acciones dirigidas a motivar a los trabajadores y que nos permitan adoptar medidas para mejorar, creando una rueda dinámica que nuevamente mida, motive y mejore.
Por ello hemos creado un método que permite a los trabajadores la interacción con sus responsables de forma continuada, fácil y accesible y que de una forma anónima, salvaguardando la intimidad de los trabajadores, consigue que estos se expresen libremente sobre materias tan importantes como: el grado de bienestar laboral que perciben, la relación con los compañeros de trabajo, la igualdad, su compromiso con la organización, el reconocimiento que la organización hace de su trabajo, la valoración de sus responsables….
Proponemos una metodología de consulta semanal sobre un cuestionario predeterminado que permite medir el estado de ánimo de la plantilla en cada momento y valorar su evolución en el tiempo.
De esta forma los responsables podrán, tanto identificar aquellas situaciones en las que tienen que incluir mejoras, como prevenir y anticiparse a los problemas antes de que surjan. Así la toma de decisiones para la implantación de planes de acción podrá realizarse de forma objetiva, a tiempo real e inmediata.
También nos permite comparar la situación entre los distintos departamentos de la empresa y analizar los distintos estilos de liderazgo de sus responsables.
Creamos canales de comunicación para dejar constancia de la opinión de los trabajadores y generamos mecanismos mediante los cuales se pueden proponer acciones que se gestionan de forma transparente.
Todo ello es Human Pull una metodología sustentada en una aplicación informática que permite integrar la opinión de los trabajadores en la organización como un activo dirigido a conseguir los más altos grados de bienestar laboral como elemento fundamental del éxito de la organización.
Implementar la metodología Human Pull en las organizaciones va a permitir mejorar el engagement, el optimismo y la satisfacción de los empleados generando relaciones que fomenten una nueva cultura de empresa que valore el espíritu de equipo y el compromiso de las personas.
La salud de las empresas está en la salud de las personas. Es el momento de apostar por el valor de las personas.
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