La crisis del Covid-19 simplemente está acelerando un proceso que era inevitable: una nueva forma de trabajar. ¿Cuántas veces durante esta pandemia nos hemos preguntado cómo estaban las personas en los distintos equipos, lidiando con el trabajo y sus situaciones personales? Ese es el gran aprendizaje. Para que el trabajo en remoto tenga éxito los líderes no solo deben saber como gestionar sus equipos, sino que tienen que saber cómo se sienten y tener datos fiables sobre ello.
En los últimos seis meses he hablado con unos cien directivos, de empresas líderes en distintos países del mundo, y todos ellos estaban preocupados por conocer el ánimo de sus equipos, que está directamente relacionado con la performance.
Un equipo en remoto necesita la capacidad de comunicarse y “sentirse” efectivamente para funcionar. Pero eso es solo la mitad de la historia. Las herramientas en línea como Slack o las aplicaciones de video pueden ayudarnos a mantenernos en contacto y colaborar mejor. Sin embargo, cuando se enfrenta el gran desafío de pasar a una nueva forma de trabajo, y que impacta directamente en la cultura de nuestra empresa, es importante confiar en una imagen más completa de la dinámica del equipo.
Como defensora de los entornos de trabajo inclusivos y de la inteligencia colectiva, mis 20 años de experiencia trabajando en el desarrollo sistémico de equipos me han enseñado que para mejorar la productividad es necesario mejorar, antes de todo, el activo más importante de cada equipo: la conexión humana y el sentido de “unidad”.
¿Pero cómo lo podemos lograr cuando estamos trabajando a distancia, sin el contacto físico tan importante para el ser humano? Y, ¿cómo podemos evaluar el estado anímico de nuestros equipos, ir “a una” o conectar en profundidad con ellos sin tenerlos cerca para apreciar todas las pistas que nos dan cuando nos vemos diariamente?
Los datos de este 2020 demuestran que los líderes que han conseguido trascender la pandemia son los que han sabido crear conexiones humanas potentes dentro de sus equipos.
Un estudio realizado por Harvard Business Review muestra que cuando aumenta la distancia física entre nosotros, comportamientos claves como la innovación, la claridad en los objetivos y la confianza en el equipo y el proyecto tienden a disminuir significativamente.
Una sensación de aislamiento acompañada de una disminución de la motivación y el rendimiento puede ser un efecto secundario de la distancia física.
Acordémonos que, en la mayoría de los casos, el trabajo en remoto fue una respuesta a la emergencia, no una elección organizacional premeditada. Hemos descubierto en nuestra propia piel que lo más difícil de administrar en la distancia no son la tecnología o la conectividad, si no el impacto que puede tener esta situación en nuestra propia vida, en nuestra estabilidad, en nuestro bienestar.
Ahora sabemos el impacto que puede tener la distancia física y social sobre nuestra productividad y estado mental. Sin el enfoque correcto, los efectos pueden ser trascendentales.
A través de nuestros compañeros, podemos ver también todas esas dificultades, al otro lado de la pantalla. Tan diferentes y tan similares.
Del problema a la solución
Es necesario medir y actuar sobre factores clave como la confianza, el bienestar y la colaboración. Eso significa que debemos utilizar datos para identificar los problemas reales e implementar soluciones correctas. Para sobrevivir y tener éxito en este nuevo, complejo e incierto entorno es fundamental construir una inteligencia colectiva basada en datos en tiempo real.
Herramientas como TeamEQ nos pueden ayudar a impulsar la transformación organizacional necesaria para enfrentar la nueva realidad. Mediante dashboard de equipos anónimos y análisis de datos sobre las variables clave de nuestros equipos, TeamEQ proporciona datos humanos en tiempo real para monitorizar los KPI del equipo y escuchar con empatía; aumentar la alineación, confianza, pertenencia y objetivos en común; y tomar decisiones en tiempo real para un liderazgo más ágil, efectivo y empoderador.
Y, si logramos ‘escuchar’ y ‘sentir’ mejor, podemos llegar a estar más cerca emocionalmente y ser más productivos sin importar donde estemos.
Los comentarios están cerrados.