La transformación digital, el Covid, el mundo VUCA, los cambios y necesidades de las compañías. Ha tenido que llegar una pandemia para posicionar el teletrabajo, el mundo digital e impulsar las oportunidades que algunos ya vislumbrábamos desde nuestras trincheras. Desde el año 2014 hemos oído hablar de eso que el mundo es volátil, incierto, complejo y ambiguo.
Soy defensora de que las relaciones laborales se han de gestionar basándonos en la confianza y no en el control. En el talento y en el talante de las personas con las que trabajamos. En la ética profesional, no hay buenos negocios sin ella. O si los hay no son los que me gustan, no entran dentro de la fidelidad de las personas con las que trabajas y convives. Son especuladores que no trascienden a la sociedad aquello que tienen o aquello que recibieron.
A pesar de todo eso, el gobierno aprobó el RD 6 marzo de 2019 el control de presencia. Sin embargo, ahora vemos como el gobierno acaba de aprobar la ley del trabajo a distancia. ¿era necesaria una pandemia para que las pymes en España y las no tan pymes nos adaptáramos a lo que el mundo actual demanda? En mi opinión, no lo era.
Y así nos va.
Porque entonces no aprovechamos lo bueno de la Covid 19 (si es que tiene algo que insisto creo que si): la flexibilidad, la confianza, la digitalización, la delegación y el empowerment.
Y vamos a dejar a un lado el estar conectados permanentemente, las 14 horas diarias, el teletrabajo con niños y sin ayuda en casa (eso no es teletrabajo ni flexibilidad laboral es un estado de alarma, llamemos a las cosas por su nombre) y vamos a aprovechar las oportunidades que todas las crisis generan.
Necesitamos un nuevo marco de Relaciones Laborales, un nuevo Estatuto del Trabajador acorde a la flexibilidad que permitirá mantener el empleo quien pueda o rediseñar las plantillas y la organización a las nuevas necesidades del mercado laboral. Habrá alguien que le meta mano o vamos a seguir incorporando otra reforma de la reforma anterior ¿….?Tenemos la legislación laboral mas compleja de Europa, fijémonos en países como Italia, y Francia de nuestro área y aprendamos de ellos.
Ser buen líder es saber escuchar lo que dicen de ti y como lo dicen para mejorar siempre. O es que ¿hay algún líder perfecto? Los mejores que he conocido son aquellos que practican entre otras la escucha, la humildad, el trabajo en equipo para alcanzar los objetivos y reconocen los méritos del equipo humano del que se rodean, sin apropiarse los méritos de quien los tiene.
Necesitamos muchos de estos líderes en política, aunque es cierto que la política se rige por otras reglas del juego que cambian cada cuatro años.
En mi opinión es el momento de aprovechar las oportunidades, dejar el victimismo a un lado y ponernos a construir entre todos un futuro mejor para empleados, compañías y sociedad en general. Es Responsabilidad Social que cada uno pueda cambiar aquello donde tiene influencia.
Me encanto este enfoque de Javier Jiménez, líder de la lanzadera La marina del grupo Mercadona: “ en las crisis unos lloran y otros venden pañuelos”. Al igual que el me quedo con los segundos.
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