La adaptación forzosa al teletrabajo

Desde el estado de alarma del pasado mes de marzo todas las empresas del sector IT hemos tenido que adaptar nuestras infraestructuras y metodologías de trabajo a un modelo totalmente virtual y remoto como la única forma de trabajar en el confinamiento.

El confinamiento, las normas de distanciamiento y el resto de los cambios en la vida cotidiana provocados por el COVID19 hicieron que muchos trabajos no se desarrollaran con normalidad. Por ello, muchos se adaptaron e incluso aprovecharon algunas de las nuevas costumbres marcadas por el coronavirus, como el teletrabajo.

Las primeras empresas que empezaron a impartir esta modalidad en España fueron las que realizaban proyectos en el mundo TIC, pues teniendo las infraestructuras adecuadas, las tareas que desarrollaba cada trabajador se podían desempeñar desde la oficina o desde cualquier parte del mundo.

Desde mi punto de vista, estos son los pros y los contras de teletrabajar:

Ventajas de Teletrabajar

• Mayor conciliación y flexibilidad.
• Ahorro de tiempo.
• Ahorro de dinero.
• Unas oficinas más reducidas y mejor optimizadas.
• Aumento de la productividad.
• Reducción de la contaminación.
• Retención del talento y atracción de los empleados más preparados.
• Reducción del absentismo laboral.
• Menos conflictos en la empresa.
• Menos estrés.

Inconvenientes del teletrabajo

• Posible desvinculación emocional del trabajador con la compañía.
• Se elimina el ambiente laboral.
• Dificultad para controlar al empleado.
• Dificultad para el trabajo en equipo.
• Cambio en la cultura y organización de la empresa.
• Aislamiento.
• Descenso de la productividad.
• Reducción del aprendizaje.
• Pérdida de la confidencialidad.
• Posible inversión y costos iniciales.

¿España está preparada psicológicamente para continuar con este modelo? Mi opinión al respecto es que las capas directivas de las medianas o grandes multinacionales no acaban de ver claro este modelo, ya que se cree que al teletrabajar no es igual de productivo que si se estuviera en la oficina. No obstante, con el trascurso del tiempo, las empresas se están dando cuenta de que es un modelo que realmente funciona. 

Dependiendo de la responsabilidad de cada trabajador es más factible poder tener un modelo mixto o de teletrabajo, en función de las obligaciones que se ejerza día a día.

Por poner un ejemplo, en aquellos trabajadores que tengan la responsabilidad de mantener reuniones diarias o semanales con sus departamentos o clientes, el concepto de teletrabajo no es el más idóneo.

El ser humano se basa en el contacto visual y de confianza entre otros de su misma especie y aunque las reuniones virtuales nos han ayudado a seguir manteniendo el contacto nunca podrá ser comparable con un apretón de manos o con ver a los ojos a la otra persona.

En conclusión, creo que el mejor modelo de conciliación familiar versus empresa es un modelo mixto de teletrabajo y oficina. Es la única forma de generar un buen clima laboral, compañerismo y unión hacia la empresa.