Las tecnologías exponenciales y la diversidad generacional, entre otros factores, llevan las organizaciones a enfrentarse a desafíos sin precedentes para adaptarse y cambiar rápidamente para sobrevivir.
En los últimos meses, motivado por la pandemia, se ha añadido un acelerador de cambio que lleva las organizaciones a replantear el futuro del trabajo, a través del rediseño de espacios físicos y la adopción de modelos de trabajo más flexibles.
En este contexto, proponemos una reflexión sobre probables escenarios, que pasan por adoptar sistemas flexibles y ágiles en la forma de trabajar:
1. Contenido del trabajo (¿Qué hago?)
La tendencia de la economía gig lleva a cambios en las relaciones laborales entre empresas y empleados, con más autonomía y independencia. Las expectativas y motivaciones en el trabajo varían entre las cinco generaciones y demandan un liderazgo más adaptativo e inclusivo. Además, la robotización nos permite distribuir de otra forma las actividades.
Por todo ello, un escenario probable en las organizaciones es dinamizar las descripciones de puestos para mejor ajustarse a las necesidades de cada momento y así retroalimentar los profesionales en el mercado de trabajo, dónde el aprendizaje continuo, a nivel individual y de competencias, sea el motor que garante la continuidad de proyectos que aporten valor.
2. Los procesos y metodologías de trabajo (¿Cómo lo hago?)
A parte de la adaptación natural de contenidos en los puestos de trabajo, otro cambio organizacional mucho más evidente es la forma totalmente distinta de como ejecutamos el trabajo hoy en día.
La digitalización y la adopción de metodologías ágiles nos permiten acceder a más información y reaccionar de forma más rápida, pero ellas no logran el éxito si las personas no perciben su valor.
Un escenario posible en las organizaciones es involucrar los profesionales en analizar los procesos existentes y identificar los puntos de dolor, previamente a la implementación de nuevos procesos o metodologías, solo así queda claro para todos el problema que hay que solucionar. Este abordaje es lo que verdaderamente permite la adopción de los nuevos procesos y metodologías y el que abre paso a usarlas en la innovación del futuro.
3. El propósito (¿Para qué lo hago?)
El contenido del trabajo y la forma de trabajar consisten en palancas clave que permiten llevar el negocio con éxito y adaptar respuestas a los distintos contextos de cambio que van surgiendo.
Si a esto sumamos una conexión con el propósito de la organización, podemos obtener inmediatez en un ecosistema mucho más coherente.
Un escenario probable es que las organizaciones definan propósitos que inspiren una comunidad de seguidores y dónde se genere el negocio a consecuencia, bien como la forma de comunicar con los clientes y la innovación en los productos y servicios.
El futuro es mucho más rápido de lo que podamos pensar, por eso, proponemos un enfoque de gestión basado en tres palancas, contenidos, procesos de trabajo y el propósito, por forma a conseguir una sostenibilidad del negocio y una mejor capacidad de adaptación a contextos de cambio en organizaciones comprometidas con el futuro del trabajo.
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