Todo lo que me ha enseñado el deporte en estos años es a ponerle dosis de optimismo a todo cuanto me he propuesto desde que me encontré de manera casual con esta “medicina”. Y si algo he aprendido, por tanto, es a darle la vuelta a la tortilla, hasta en los casos más imposibles para sacar adelante el día a día. No se concibe de otra forma que alguien que reunía tantos malos hábitos y casi 50kg de sobrepeso, le diera casi a a cuarentena, por reenfocar su vida profesional y deportiva. Pero esa sería otra reflexión.
Todo ello me lleva a pensar en qué, por oscuro que se proyecte el porvenir, siempre se pueden encontrar oportunidades entre tanto caos, por difícil que se antoje. Quizás sea el momento de buscar, no ya nuevas formas de trabajo -se ha visto como el teletrabajo en muchas situaciones, aunque no ocupe el mismo ancho de banda que tiene lo presencial (por eso somos humanos) es una excelente herramienta-. Si no que quizás también podamos aplicar todo ello a nuestra relación con el deporte y nuestro enfoque de salud personal, ahora que tanto tiempo hemos tenido de mirarnos el ombligo en esta temporada recluidos que nos está tocando vivir.
Quizás estos días del confinamiento tan solo hayan hecho encontrarse con un simple estiramiento ó flexión a mucha gente que llevaba tiempo sin que se le pasara por la cabeza siquiera tumbarse en el suelo. El gran bombardeo de “instagrammers” y tantos “directos”, quizás haya ayudado a todo ello, pero es magnífico que hayan conseguido al menos eso: que deportistas de distintos países hayan descubierto que su amigo de Uruguay también realiza bici y comparte la misma aplicación de entrenos que maneja él, y que ha sido bonito y gratificante poder compartir una videollamada subido encima de una bicicleta… Familias enteras haciendo deporte juntos… en casa.. ¡impensable hace semanas! Hasta entonces teníamos FaceTime, pero lo habíamos usado apenas dos veces… y ni sabíamos que “fulanito” tenia como afición la bicicleta… Vaya, vaya… ¡si resulta que ahora las RRSS van a ser hasta útiles!
En mi labor diaria en empresas, me gustaría poder decir a los muchos responsables de RRHH con lo que que contacto, que quizás ahora haya llegado el momento de enfocar el bienestar y la salud de las empresas en hacer felices a empleados de esta forma, que quizás ya este propósito no esté respondiendo a modas y tendencia alguna y que toda esta crisis nos haya mandado ese mensaje. Se me ocurren tres mil formas para seguir manteniendo altos niveles de motivación personal: olimpiadas virtuales entre deportistas, grupos cerrados de empresa que luchan por hacer kilómetros virtuales, empresas que entre todos sus empleados dan varias vueltas al mundo, a España o rodean de manera imaginaria su ciudad con los primeros kilómetros de personas que empiezan a correr…
Quizás haya que realizar, para mantener en vilo a los más competitivos, carreras deportivas… Es increíble, en este sentido, la capacidad camaleónica que han tenido multinacionales como Ironman Co., que veía como se le caían docenas de pruebas, con miles de participantes, y ha sabido revertir el proceso motivando de forma virtual a sus potenciales clientes, organizándoles pruebas a medidas para los que se necesitan medir consigo mismo o con otros… Del Anything is possible que tenían de claim de marca antes, al AnyWHERE is possible que pregonan ahora.. Reconoceréis conmigo que es un giro cuanto menos intuitivo. El mercado de eSports, de aplicaciones de realidad virtual multideporte es una muestra más de como se encaminan cada vez más esfuerzos en esa línea.
No lo sé, y son demasiados quizás, y quizás (si, van 10, ¡ total por uno más !…) sea lo que en esta época de crisis buscaremos dar forma en SportElse, como prioridad absoluta y forma de dar valor en este tiempo. Seguramente, sí que estemos ante un verdadero cambio de paradigma en nuestra relación con la actividad física, de hábitos y de la salud de nuestro propio cuerpo. A lo mejor estamos aprendiendo a querer más a los demás, pero quizás también estemos descubriendo muchas cosas sobre cómo mimarnos física y emocionalmente a nosotros mismos, y eso, eso ya es un avance como sociedad grandísimo.
Por Rafael Moran (@Rafuky1), director de Desarrollo de Negocio de SportElse
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