He soñado que se acababa la pandemia y la normalidad volvía a cada rincón de nuestra bella España, que los ciudadanos podíamos llevar una vida normal y, sobre todo, que el sistema político, nuestros gobernantes, reconocían que se tenían que tomar medidas distintas y era el momento de llevar a cabo un profundo cambio.
En mi sueño, ante la coyuntura política y económica que nos esperaba una vez superada la crisis del coronavirus, y visto el comportamiento que durante ella habían tenido y estaban teniendo nuestros gobernantes actuales, se decidió que fuese la Sociedad Civil la que cogiera las riendas, para que primaran los intereses colectivos y no los partidistas y así ayudar a salir de la futura crisis económica y social con la que nos íbamos a tener que enfrentar.
Era el momento de buscar líderes que fuesen capaces de aunar esfuerzos y que, de cara a la sociedad, no estuvieran vistos como representantes partidistas que tan solo buscan el voto fácil y llegar al poder, sea al precio que sea.
En mi sueño, los ciudadanos estaban un poco hastiados de tanta palabrería, de tanto predicar para que nunca llegue el trigo y de tanto interés partidista bajo el paraguas del colectivo que, visto lo visto, es el que, a la hora de la verdad, menos importa a los actuales políticos.
Soñando, soñando, S.M. Rey Felipe VI, asumía todas las funciones gubernamentales y era él quien pilotaba y dirigía un gobierno formado por profesionales de reconocido prestigio que serían capaces de dejar a un lado la política y guiarse, única y exclusivamente, por el interés de todos los ciudadanos.
Los profesionales elegidos para el Gobierno de España eran buscados por el conocimiento del sector en el que tendrían que realizar su función ministerial y, además, se primaba su capacidad ejecutiva y su reconocido liderazgo.
En el dulce sueño que me embargaba, el Gobierno estaba formado, mayoritariamente, por tecnócratas cuyo único afán era el sacarnos de la crisis económica y social que nos estaba tocando vivir al acabar la pandemia del coronavirus. Después, una vez superados los malos momentos que iban a venir, volverían a sus anteriores ocupaciones o a disfrutar, en ciertos casos, de un merecido retiro.
A algunos de los elegidos los conozco personalmente y tengo amistad con ellos. Muchas han sido las conversaciones que hemos mantenido acerca de su visión del sector en el que se mueven y el amplio conocimiento que sobre él tienen. Por ello, supongo, que más de uno se sorprendería de su elección en el Gobierno ideal y futuro de España, pero, fuera de todo sentimiento amistoso, lo que les hizo merecedores de su cargo era su profesionalidad y conocimiento del área que debían ocupar. Quedaba claro, y era evidente, que están sobradamente preparados para asumir tan alto compromiso, el cual aceptaban por su vocación de liderazgo, servicio a los demás y su sentido de la responsabilidad.
En mi sueño el Gobierno de España que se formaba era el siguiente:
S.M. el Rey Felipe VI
JEFE DEL ESTADO
• MINISTERIO DE AGRICULTURA
D. César Lumbreras (Agropopular-Cope)
• MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES
D. Carlos Espinosa de los Monteros (Economista del Estado)
• MINISTERIO DE CONSUMO
Dª. Sol Daurella (Coca Cola European Partners)
• MINISTERIO DE DEFENSA
Excmo. Sr. D. Luis Martínez Meijide (UME)
• MINISTERIO DE ECONOMÍA Y HACIENDA
D. José Ignacio Goirigolzarri (Bankia)
• MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CULTURA
D. Arturo Pérez Reverte (Escritor y Académico RAE)
• MINISTERIO DE ENERGÍA
D. José Bogas (Endesa)
• MINISTERIO DE FOMENTO
D. José Manuel Entrecanales (Acciona)
• MINISTERIO DE INDUSTRIA
D. Francisco Riberas (Gestamp)
• MINISTERIO DEL INTERIOR
Dª María José Álvarez (Eulen)
• MINISTERIO DE JUSTICIA
Dª Marta Silva (Abogada del Estado)
• MINISTERIO DE SANIDAD
Iria Miguéns (Médica)
• MINISTERIO DE TECNOLOGÍA
Marta Martínez Alonso (IBM)
• MINISTERIO DE TRABAJO
Pablo Isla (Inditex)
• MINISTERIO DE TURISMO
Abel Matutes Prat (Palladium Hotels)
Hace muchos años asistí a una conferencia de Juan Soto, ex presidente de HP, en la que pude escuchar como decía que “Líder es aquél que se rodea de líderes”. Por eso, en mi sueño, los elegidos, empezando por S.M. el Rey Felipe VI, han demostrado en su día a día, que, claramente, están capacitados y saben ejercer su liderazgo.
Calderón de la Barca, en su poema al soldado de los Tercios de Flandes, decía que “la milicia no es más que una religión de hombres honrados”, y en mi sueño, en un poético exceso de confianza con don Pedro, pensaba que “la política debe ser una religión de hombres preparados”.
Para mi desgracia, me desperté del sueño, y volví a la cruda realidad de nuestra pesadilla diaria con el COVID-19, los errores del Gobierno, el número de infectados, de muertos; las carencias del personal sanitario; las colas en los supermercados; el importante apoyo de los militares, policías y de la Guardia Civil y, deseando que se pudiera cumplir lo que había soñado, para salir adelante, una vez más, recordé las palabras del escritor argentino Lucas Hugo Guerra:
Sueña.Sueña con lo que quieres,
Con lo que tienes y con lo que no.
Sueña dormido,
O despierta sin medida y sin miedo.
Sueña como si tu sueño fuese verdad,
Y suéñate a ti mismo en ese sueño.
Sueña como si tu sueño fuera realidad,
Porque la realidad se teje de sueños. @VizcaínoEduardo
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