Nos ponemos en forma

Ser una empresa saludable es tener personas saludables. En realidad, favorecer al empleado hacia un buen estado personal, más que un fin en sí mismo, es un medio para conseguir el desarrollo del potencial del equipo humano sin interferencias.

El cuidado de su salud puede parecer fácil sobre el papel, pero cambiar hábitos resulta algo más complicado de llevar a la práctica. Los ritmos de vida, la abundancia de estímulos y la falta de una guía directa y de confianza en el proceso influyen en que los buenos propósitos se queden en eso, buenos propósitos. 

A día de hoy, si algo se puede afirmar es que disponemos de un amplio abanico de medios para empezar un programa de preparación física o de alimentación saludable. Dos elementos claves e indispensables para alcanzar un estado de salud bueno y perdurable. Incluso se ha buscado adaptarlos a las mil obligaciones diarias a través de Apps que guían la actividad del día a día o la cuantifican para llevar su control. 

Todo eso está muy bien y tratan de contribuir con soluciones adaptadas. Sin embargo, estas facilidades llegan donde llegan y pasado el empuje inicial terminan en el listado de intentos fallidos.

¿Qué pueden aportan los RRHH en esta causa plenamente aceptada? Por encima de todo, integrar. 

Se trata de integrar los medios que la empresa pone a disposición de sus trabajadores de manera que las acciones propuestas para mejorar el estado general de sus empleados forme parte de la actividad laboral. Más que evitar que interfiera lo menos posible, se trata de que gracias a las prácticas realizadas in situ o a partir del entorno de trabajo, la vuelta a la labor se realice con un nuevo vigor y un enfoque más abierto. Ir de la mano de expertos en el sector es la garantía del buen funcionamiento de estas acciones, es el “empujón” que necesita el trabajador para romper sus rutinas.

Otra opción en la misma línea de integración es que desde RRHH se propongan objetivos deportivos y acciones saludables que abarquen el mayor rango de inquietudes de los empleados y siempre bajo el paraguas de la empresa. Entornos web especializados que engloben todas estas acciones: inscripción a cualquier tipo de actividad deportiva, gestión de equipaciones que crean identidad corporativa, propuestas concretas de “día/mes saludable” … 

La clave del éxito de estas acciones está en ser tutelados por profesionales del ámbito de la actividad física y el deporte que garanticen el seguimiento en el tiempo y con ello la consecución del objetivo final. Un empleado sano identificado con su empresa. 

Nacerán sinergias sin darnos cuenta. Trabajo en equipo, metodología para la consecución de  objetivos, conocimiento de nuestras fortalezas y debilidades, gestión del estrés, compromiso, liderazgo. Todo ello aspectos que son intrínsecos a la actividad física y que repercuten a nivel personal y por ende en la empresa. De pronto además de sentirnos sanos por fuera se saldrá reforzados por dentro y eso si, gracias a esa persona cercana que nos “sacó del sofá”.