La llegada de la inteligencia artificial y de la automatización es prometedora y aterradora. Prometedora porque los desarrollos tecnológicos actuales anuncian nuevas formas más eficientes y productivas de hacer las cosas. Y aterradora porque también implica una profunda transformación de uno de los pilares fundamentales de nuestra sociedad: el empleo. Se han publicado numerosos estudios sobre este tema, cada uno con conclusiones diferentes. ¿Amenazará la automatización nuestros puestos de trabajo? En caso afirmativo, ¿hasta qué punto?
Según el estudio McKinsey 2017, si bien es cierto que en el futuro los robots sustituirán a los humanos en gran parte de las tareas, menos del 5 % de los trabajos pueden automatizarse al 100 %. Seremos testigos del nacimiento de una pareja hombre/máquina. Cuanto más crezca y se desarrolle la inteligencia artificial, más nos centraremos en nuestra singularidad humana, que nos distingue de las máquinas. De ahí la importancia de las «soft skills», o habilidades de comportamiento.
Existen numerosas soft skills. Su importancia respectiva varía según el tipo de posición. En un vendedor, por ejemplo, la empatía y la comunicación son más importantes que la creatividad o el pensamiento crítico. Pero una cierta categoría de soft skills parece tener una importancia particular, cualquiera que sea la posición o la empresa: las que forman la Inteligencia Emocional.
Durante los últimos veinte años, la Inteligencia Emocional (IE) ha sido el centro de todos los debates. Considerada como una componente esencial de la inteligencia humana, se define como la capacidad de controlar las propias emociones y las de los demás. Como indica Daniel Goleman en su libro sobre el tema, ¡la inteligencia emocional jugaría un papel más importante que el coeficiente intelectual en el éxito de los ingenieros en sus puestos de trabajo!
Esto plantea la siguiente pregunta: ¿cómo evaluar la IE de un candidato durante el proceso de contratación? Como todas las soft skills, parece imposible detectarla en un CV. Por eso, Visiotalent, líder europeo en el sector de reclutamiento por vídeo, recomienda el uso de un enfoque global: el enfoque MMRA (Multifactor and Multiperson Recruitment Approach). Parece imposible determinar la complejidad humana en una hora de entrevista o 20 minutos de prueba. Evaluación de CV, entrevista en vídeo, test de personalidad, juegos y estudios de caso… Es la combinación de todos estos diferentes métodos y tecnologías de selección lo que hace posible evaluar las soft skills de los candidatos de forma más efectiva. ¡Una hermosa prueba de que la inteligencia artificial solo puede mejorar y beneficiar la inteligencia emocional!
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