Existen pocos términos tecnológicos tan nombrados actualmente como la inteligencia artificial (IA). Medicina, arte y literatura, tráfico de vehículos, etc… hasta los electrodomésticos incorporan hoy soluciones de IA que potencian sus capacidades y optimizan su rendimiento.
En el ámbito corporativo, las tasas de adopción nos muestran que la IA ha llegado para quedarse. Según la encuesta CIO 2019 de Gartner, el número de empresas que implementaron proyectos de IA ha crecido un 270% en los últimos cuatro años.
Esta nueva realidad plantea a las organizaciones de TI un reto: ¿cómo apoyarse en la inteligencia artificial y otras tecnologías para mejorar los flujos de trabajo y automatizar tareas clave, al tiempo que se mantiene un equilibrio entre personas y conectividad?
Implementar la IA en el puesto de trabajo
Tomemos como ejemplo un departamento de RRHH. Muchos creen que la implementación de la IA en esta área eliminará una parte esencial del papel de un directivo de RRHH en relación con la búsqueda y adquisición de talento. Sin embargo, incluso con una IA avanzada examinando cientos de perfiles, los candidatos de la fase final tendrán que ser evaluados por un profesional.
Poniendo en marcha la automatización
En el sector TI, los proveedores de plataformas de software para la gestión de servicios han adoptado múltiples niveles de automatización, lo que les permite proporcionar servicios que utilizan tecnologías emergentes como la IA, al tiempo que garantizan una experiencia óptima para el empleado. Las organizaciones que incorporan experiencias de conocimiento interactivo, como el uso de multimedia para ayudar a sus usuarios a resolver problemas sencillos, aumentan la probabilidad de que los asuntos internos se resuelvan más rápidamente y que el tiempo crucial de los empleados pueda dedicarse a tareas más importantes relacionadas con su función central.
Cuando las empresas implementan la automatización inteligente de servicios, basada en tecnologías de autoayuda, los profesionales de TI y el resto de empleados en la organización tienen la capacidad de centrarse en otras tareas que generan más valor a la empresa.
Un equilibrio necesario
Si nos enfocamos en las innumerables ventajas de incorporar la tecnología en los puestos de trabajo, puede ser fácil olvidar la importancia del contacto humano y la comunicación.
Con un número creciente de trabajadores dependientes de la tecnología y geográficamente dispersos, el panorama empresarial cambia, redefiniendo los estándares históricos del puesto de trabajo. Según OWL Labs, el 52% de los empleados de todo el mundo trabajan desde casa al menos una vez por semana, una práctica en aumento como respuesta a las políticas de trabajo cada vez más flexibles.
A medida que el puesto de trabajo se hace más flexible geográficamente y más conectado tecnológicamente, la incorporación de la IA continuará avanzando, lo que hace imprescindible que los líderes de las corporaciones y sus equipos de TI trabajen juntos, para encontrar un equilibrio entre las personas y la conectividad.
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