La llegada masiva de los asistentes de voz y altavoces inteligentes de Amazon, Google y Apple, está provocando un cambio de paradigma de cómo interaccionamos con la tecnología, un cambio tan grande o más que el que supuso la llegada de los smartphones.
Las empresas ya están comenzando a implementar tecnologías de voz para impulsar sus áreas de marketing, business intelligence, o e-commerce, por ejemplo.
Desde el punto de vista de la gestión de personas, entramos en una era en la que las organizaciones necesitan una estrategia de voz, que les permita acelerar su cultura digital, haciendo vivir a sus empleados experiencias de voz como el camino más corto para crear experiencias únicas para los clientes. Una estrategia de voz que les ayude a reforzar su marca de empleador, sabiendo cómo deben sonar y cómo deben conversar con sus empleados. Y que además, les permita hacerlo de una forma inclusiva, porque la voz es para todos, independientemente de la diversidad generacional y de perfiles profesionales que existe en las organizaciones.
Aproximar nuestra estrategia de voz a las personas de nuestra organización, pasa por trabajar sobre tres áreas:
- Cultura y Talento, poniendo en marcha soluciones de voice recruiting, voice assessment y voice learning, con las que atraer, evaluar y desarrollar talento de una forma más inmersiva y con mayor validez predictiva.
- Servicios al Empleado, haciendo más ágiles, eficientes y emocionales, desde programas de onboarding hasta gestiones administrativas, como por ejemplo la reserva de salas de reuniones a través de la voz.
- Comunicación Interna, convirtiendo contenidos de comunicación como por ejemplo una newsletter, en experiencias en forma de voiceletter que aprovechen el poder de la voz para generar emociones.
La voz ha sido, es y será la forma más natural que tenemos las personas para relacionarnos. Con las tecnologías de voz, entramos en una era en la que también podremos hacerlo con las máquinas.
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