La evolución de la gestión del talento

Tener un talento en el mundo de los talent show significa que debes ser un cantante, o mago, o adiestrador de animales. Algo que pueda entretener a la gente. Sin embargo, tener un talento en el mundo del trabajo es mucho más sencillo: hay que tener «simplemente» una aptitud natural y/o una habilidad técnica que contribuya al éxito de la empresa. Y todo el mundo tiene algo en lo que es bueno, pero si esa aptitud es detectada y aprovechada es otro desafío. 

La gestión del talento fue un término acuñado en 1997 y apareció predominantemente en un informe de McKinsey. A partir de ese momento, fue ganando fuerza, ya que los seres humanos eran, y siguen siendo, vistos como el activo más valioso de una organización. 

En realidad, es un término que nunca ha tenido una definición cerrada, y eso es genial porque le ha dado espacio para evolucionar a medida que lo hacían las organizaciones. Lo que era la gestión del talento hace 20 años no es igual a lo que es hoy. Aunque el significado global del término -una estrategia para ayudar a las organizaciones a sacar el máximo partido de su gente- siempre ha sido el mismo, el enfoque y el impacto en los empleados y en la empresa ha cambiado. 

Históricamente se centraba en los empleados más talentosos de la organización y con mejor rendimiento, como el método clásico de las 9 cajas, que les valora en función de su rendimiento y potencial. Pero, este sistema no incluía al resto de trabajadores cuyo potencial aún estaba por descubrir. Y, desafortunadamente, al realizar estudios con compañías europeas hemos visto que todavía se utilizan métodos así en Europa. Sin embargo, la tendencia actual indica claramente que una fuerza laboral diversa es clave para el éxito de la organización.

Con el tiempo, esta gestión del talento evolucionó y comenzó a incluir la gestión de toda la plantilla. Se comenzó a utilizar la tecnología como herramienta para ayudar a los departamentos de recursos humanos a gestionar el talento, agilizar los procesos y conocer mejor a su plantilla a nivel internacional. Estas plataformas también facilitaban a la propia plantilla el acceso y la gestión de los datos.  Este avance permitió al equipo de recursos humanos tener una perspectiva más amplia de su plantilla y poder desarrollar mejor una estrategia para el futuro y poder alinear sus objetivos con las líneas de negocio. Sin embargo, al ser plataformas diseñadas específicamente para departamentos de RRHH, tenían sus limitaciones.

Hoy en día, la tecnología ha cambiado la gestión del talento y ahora se valoran las necesidades de negocio en la misma medida que las necesidades de los empleados. La evolución ha sido muy rápida y muy eficiente. La inteligencia artificial y la gamificación también han ayudado a transformar las plataformas de gestión del talento hacia sistemas de alto rendimiento que son clave para atraer, retener, desarrollar y recompensar a las personas. Así mismo, han simplificado la relación entre RRHH y la plantilla. 

¿Cuál será el futuro de la gestión del talento? 

Los datos de la fuerza laboral son cada vez más completos y estandarizados, lo que ayuda a las organizaciones a comprender las tendencias del talento y a actuar en consecuencia. También permite a las organizaciones tener una visión holística de su gente, desde la contratación hasta la jubilación. Hay más trabajo que hacer para que la IA sea más inteligente con una mejor aplicación de la inteligencia humana, pero con este aumento de la tecnología de datos y automatización, las organizaciones también pueden personalizar mejor su estrategia de administración de la plantilla. Puede que sus empleados no sean los más indicados para presentarse a un talent show, pero cada persona tiene algo que ofrecer y desarrollar su potencial depende de las organizaciones.