La movilidad inteligente (Smart Mobility) ha irrumpido en España y está transformando profundamente la manera en que nos desplazamos a nuestros puestos de trabajo. Y la incidencia es aún mayor en aquellos empleados que tienen que moverse, diariamente, hasta la periferia de las grandes ciudades.
Además de la optimización del shuttle tradicional (bus lanzadera), tanto las empresas, como los trabajadores disponen, en estos momentos, de nuevas e innovadoras soluciones de movilidad sostenible en el mercado español. Nuevas fórmulas -gracias al desarrollo de las últimas tecnologías digitales y la implementación de la Inteligencia Artificial (IA)- que optimizan enormemente nuestra movilidad: mayor rapidez, flexibilidad, reducción de tiempos de espera, menores costes…
El carsharing es tan sólo una de ellas, pero otros sistemas como el ridesharing (compartir un trayecto con otro viajero) o el shuttle dinámico -opciones aún embrionarias en España- pueden mejorar enormemente la calidad de nuestras vidas.
¿En qué consiste el shuttle dinámico?
Es un modelo híbrido entre la lanzadera tradicional (automóvil de hasta 20 plazas) y el vehículo privado. El minibús te recoge en la puerta de tu casa (o a una distancia máxima de 250 metros) permitiéndote escoger la ruta que más se ajusta a tu necesidades, tanto en el viaje de ida, como en el de vuelta. Todo se gestiona, cómodamente, desde nuestro teléfono móvil: geolocalización y optimización de rutas mediante algoritmos de IA.
La implementación del shuttle dinámico reduce en un 30% los costes de traslado a los usuarios que, habitualmente, van al trabajo en su vehículo privado, recogiéndolos en la puerta de casa (o casi) y dejándolos en la oficina a la hora deseada. Para los usuarios del transporte público, una integración inteligente del shuttle dinámico reduce los tiempos medios de traslado en más de un 40%.
“La empresa en la que trabajo se preocupa por mi bienestar”
Para las empresas españolas, la implementación de este tipo de soluciones, además de una notable mejora de la percepción por parte de los empleados (“La empresa en la que trabajo se preocupa por mi bienestar”), contribuye de forma efectiva y real a un menor impacto medioambiental. En concreto, elimina hasta un 30% de vehículos privados y reduce en un 80% las emisiones de CO2 a la atmósfera. Además, incrementa notablemente (algunos estudios hablan de cuadruplicar) la eficiencia en el uso con respecto al shuttle tradicional (esos minibuses que vemos medio vacíos en los polígonos industriales y parques empresariales…)
En definitiva, las nuevas tecnologías están facilitando nuestra movilidad diaria, abaratando sus costes, optimizando sus tiempos y reduciendo su impacto medioambiental. Y las empresas españolas no pueden ser ajenas a este nuevo fenómeno. Impulsar la Smart Mobility debe ser una cuestión prioritaria y estratégica para la Dirección de RRHH de cualquier compañía.
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