Todo empresario o emprendedor sabe lo que supone hoy en día levantar un negocio. Las dificultades y posibles riesgos están ahí, al igual que los éxitos conseguidos, no obstante se pueden evitar si uno conoce el ADN de su empresa.
Conoce el ADN de tu empresa
Realizar un diagnóstico para averiguar dónde está el problema es el primer paso para poder solucionarlo y, posteriormente, conquistar la gloria empresarial. Por ello, Judit Català, emprendedora y formadora online, explica cuáles son las cinco razones por las que no funciona un negocio y las verdades que todo emprendedor necesita saber para evitar estos errores.
Quieres venderle a todo el mundo. Segmentar es la respuesta
En la teoría, la idea de “cuántos más clientes mejor”, parece ser la mejor respuesta, sin embargo, en la realidad y en la práctica, esto es ilógico. Y es que, actualmente hay 7 billones de personas en el mundo, por lo que intentar vender a todas estas personas es materialmente una tarea imposible. La respuesta es segmentar, es decir, filtrar el tipo de cliente al que te diriges. Y cuanto más se segmenta, las posibilidades de vender se incrementan. Filtrar con preguntas como ¿Qué edad tiene nuestro comprador ideal? ¿Cuál es su poder adquisitivo? ¿Importa su género? Son algunas de las preguntas que un emprendedor debería contestar para conocer su público objetivo y conectar así con sus potenciales compradores.
Eres uno más. Busca cómo diferenciarte
Para que un negocio despunte la clave es saber diferenciarse de la competencia. Según explica Català, el empresario necesita plasmar en su estrategia de comunicación aquello que hace que su empresa sea diferente del resto. “Y es que siempre hay algún factor diferenciador que nos hace ser incomparables: bien sea si se compite por precio, por atención al cliente, por la experiencia o bien por disponer de un producto muy novedoso”.
Te focalizas en las tareas incorrectas
Uno de los errores que cometen con más frecuencia los emprendedores novatos es que quieren llegar a todo. Se dedican “full time” a tareas intermedias que se podrían desdoblar y encomendar perfectamente a otras personas del equipo. “Tanto es así que concentran todo su esfuerzo en abarcar todas las áreas de la empresa, sin saber que se consigue el efecto contrario: disminuye la productividad y como consecuencia, la rentabilidad y calidad del trabajo, impidiendo que el negocio avance”, añade Català.
Trabajas solo. El mal del freelance. Relaciónate y busca ayuda
Cuando se inicia un negocio, el emprendedor se convierte en el “hombre orquesta”, pero un negocio que quiere crecer no puede estar en manos de una sola persona. Según Català, “la solución a este problema pasa por delegar y colaborar, aunque colaborar signifique para nosotros sinónimo de ayudar a la competencia. Esto no es así, acompañar a otros profesionales del mismo sector es otra manera de crecer, porque todos tienen el mismo objetivo: que el mercado progrese”.
Te da miedo invertir. Hazlo para crecer
Saber dónde invertir (tanto dinero como tiempo) y ser cauteloso con las finanzas es importante, no obstante es un paso que se ha de dar si se pretende crecer. Según señala Català, cuando se tiene claro que para que la empresa avance se tienen que dedicar recursos, se tiene mucho ganado. Si invertimos con cabeza, conseguiremos resultados”.
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