El reto de muchas organizaciones ya no es cambiar, sino aprender a vivir en constante movimiento. En esta situación, la Comunicación Interna se consolida como un área estratégica para que los empleados desarrollen nuevas competencias, actitudes, formas de relación y de trabajo. Por todo ello, se ha constituido en ADECEC la Comisión de Comunicación Interna, con el fin de visibilizar su papel clave a la hora de afrontar los nuevos desafíos corporativos.
Quizás el desafío más inmediato sea el de acompañar los procesos de transformación digital, lo cual pasa, necesariamente, por un cambio en los comportamientos de los empleados que implica un reenfoque en la estrategia en la Comunicación Interna. Para la adopción de una cultura digital, debemos comunicar de otra manera, generando un relato que conecte con el propósito y horizonte corporativo apoyándonos en nuevas herramientas digitales que favorecen la interacción y el intercambio de conocimiento. En este camino, la tecnología no es un fin en sí misma, sino el puente para mejorar el rendimiento corporativo, y por ello resulta todavía más importante implantar una estrategia adecuada de Comunicación Interna. Observamos como muchas organizaciones se han quedado a medio camino en esta transición porque sólo han tenido en cuenta la digitalización y no el proceso en todas sus dimensiones. Es preciso implicar al total del colectivo en este gran cambio, desde la máxima dirección, hasta el nivel más sencillo y funcional.
Una de las consecuencias del cambio hacia un entorno más digital, es la necesidad de instaurar modelos basados en la co-creación, donde se incentiven espacios participativos, cercanos y dinámicos para que las personas aporten su singularidad y talento ante los diferentes retos corporativos. Es precisamente en este último apunte donde observamos una clara evolución hacia una cultura Employee Centric, en la cual las organizaciones buscan colaboradores que compartan su visión, valores y cultura, y estos puedan aportar su conocimiento y participar activamente. Aquí la Comunicación Interna nos ayudará a construir un modelo de empresa abierta y dialogante, coherente y auténtica, donde se genere una “Experiencia de Empleado” positiva y diferencial que sea el mejor activo en la fidelización y captación de nuevo talento. Será principalmente el talento lo que nos diferenciará a unas empresas de otras, pues en este entorno competitivo regido por los intangibles, las decisiones de compra, de inversión, o de trabajo, dependen en gran medida del grado de admiración, respeto y confianza que inspiran las organizaciones. En esta situación, y con un contexto comunicativo en el que la credibilidad pasa por la prescripción personal, los empleados se convierten en los mejores embajadores de la organización y por tanto serán también los constructores de su reputación.
La Comunicación Interna nos ayuda en esta labor activando las dinámicas internas adecuadas para promover el intercambio de conocimiento, la reflexión y la toma de decisiones conjunta y colaborativa. También nos ayuda identificando y alienando a los embajadores naturales conforme a las nuevas estrategias de negocio, apoyándonos en ellos y llegando así al resto de la organización. Nos facilita la generación de modelos de escucha continua que nos permiten identificar obstáculos ante posibles dificultades. Contribuye, en definitiva, a impulsar nuevas formas de “ser y estar” para una nueva manera de hacer las cosas.
Este cambio de contexto requiere un nuevo acercamiento hacia las personas atendiendo a una diversidad marcada por la convivencia generacional y cultural y las nuevas expectativas de los empleados. Estamos ante una nueva forma de comunicar que mueve el lado más emocional a través de la conceptualización creativa, el storytelling, los formatos audiovisuales y por supuesto, las herramientas digitales. Se busca impactar en un empleado cada vez más saturado de impactos informativos a través de distintos canales. El marketing interno toma fuerza, así como su despliegue con campañas multicanal, siempre poniendo el foco sobre las personas, atendiendo a sus intereses y circunstancias.
Por todo ello, la estrategia de Comunicación Interna se enmarca dentro de un modelo coherente, responsable y sostenible donde las personas se sientan parte activa del negocio manteniendo viva la conexión entre los distintos perfiles de la organización con el fin de mejorar su grado de compromiso a lo largo de su ciclo laboral. Las organizaciones, conscientes de esta aportación, confían esta gestión a los profesionales y equipos multidisciplinares de las consultoras de comunicación y relaciones públicas, quienes acompañan y asesoran sobre las nuevas formas de llegar al empleado en un momento de cambio donde las personas son la clave.
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