Con el arranque del nuevo año muchas multinacionales aprovechan para realizar cambios en los equipos. Con una economía tan globalizada cabe esperar que muchos de ellos afronten la entrada del 2019 con un nuevo destino bajo sus maletas.
Cada vez se hace más necesario desde RRHH considerar en paralelo dos factores imprescindibles en la movilidad de empleados actual: por una parte, definir el periodo de la asignación -corta o larga duración- y, por otra parte, considerar las oportunidades disponibles de control de costes de la expatriación.
En los últimos años, las asignaciones de corta duración, es decir, aquellas que no superan los 9 meses, han sido las que más han crecido. Un cambio de tendencia que viene imponiéndose cada vez más.
Estados Unidos es uno de los destinos preferentes tanto para las empresas españolas como para la mayoría de las compañías extranjeras. Quizás, lo más llamativo es el periodo de tiempo que los expatriados pasan en territorio norteamericano: 1 mes 13%, 2 meses 8%, 3 meses 54%, y 6 meses 8%. Cifras que representan un claro cambio de tendencia por el creciente peso de las asignaciones de corta duración.
Ahorro de Costes
La movilidad del talento internacional obliga a las empresas a revisar una y otra vez el capítulo de los costes y servicios. El objetivo, y gran reto, es conseguir que sean ventajosos tanto para los empleados movilizados como para la propia compañía. Sin embargo, no es una tarea sencilla. A la hora de reducir costes, se requiere una buena gestión de los permisos laborales, la documentación, los viajes, la cobertura médica, los aspectos fiscales, la vivienda, los colegios, las mudanzas, el vehículo, la devaluación de la moneda, etc.
Es importante recalcar que el trabajador tendrá que ser consciente de que cada país de destino cuenta con unas normativas y leyes diferentes. Por ello, es conveniente que sean éstas sean visibles antes de iniciar el proceso de expatriación. De lo contrario, no sólo podría encontrarse con algunos inconvenientes que retrasarían la asignación internacional, sino que también podrían conllevar un aumento de los costes.
En el área de migratorio, por ejemplo, es preciso conseguir el correspondiente visado de negocios para cubrir los desplazamientos de corta estancia, sin embargo, determinadas legislaciones no contemplan esta opción por lo que la tramitación del visado puede demorarse en el tiempo. Existen situaciones en las que es menor el tiempo que el expatriado pasa en el país de destino que el tiempo real que le supone la obtención del propio visado.
A priori, 2019, se nos presenta como un año donde la estabilidad financiera y el crecimiento económico en nuestro país serán la tónica prevista. Por lo que se anuncia un incremento en el número de expatriaciones en los próximos meses.
Para finalizar, quiero hacer hincapié en que el capital humano transferido se adaptará y será mucho más eficiente si durante los primeros noventas días de su asignación, el empleado recibe un apoyo específico que le ayude a adaptarse a sus nuevas funciones y al nuevo entorno. Entender la cultura del país y de trabajo del nuevo destino es vital para el éxito del traslado internacional.
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