Una compañía es un organismo vivo, que precisa de sus profesionales para desarrollarse y crecer, y desde luego, debe responder a una filosofía de equipo para funcionar como un reloj, desde el primer al último eslabón de la cadena. Una de mis frases de cabecera es la del gran entrenador Vince Lombardi, queafirma que “los logros de una organización son los resultados del esfuerzo combinado de cada individuo” y, por lo tanto, parece claro que los encargados de lograr identificar a todos por un objetivo común debemos ser los expertos en Personas de una compañía.
Conseguir la deseada Responsabilidad 360º debe ser nuestra meta en el seno de la organización empresarial y el camino para desarrollar una cultura de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), que solo se cimentará a través de la colaboración de todos los actores. Bien entendida, no debe enfocarse solamente a realizar políticas externas, sino que debe empezar por los empleados, porque cuanto más comprometidos con los valores de la compañía se encuentren, más valor se revertirá en la sociedad.
Las empresas socialmente responsables incorporan políticas, prácticas y procedimientos laborales, sociales y medioambientales encaminados a trabajar en el respeto por los derechos humanos y a tomar medidas para reducir el impacto medioambiental de su actividad, y este conjunto de actuaciones pasan a ser una prioridad en nuestra agenda. Para los directivos, sin duda, las acciones de RSC deben formar parte de la estrategia de empresa como pueden ser los presupuestos o los proyectos de expansión.
La Responsabilidad Social Corporativa, por lo tanto, debe tener dos vertientes: hacia dentro y hacia fuera, con las personas como epicentro de todas las acciones. Dentro de una organización ética y socialmente responsable, el objetivo para nosotros como profesionales de los RRHH será lograr la implicación de todos y la identificación con los valores corporativos, y eso se consigue cuidando la comunicación interna, creando un entorno de igualdad y fomentando la diversidad social y cultural.
Asimismo, deberemos fomentar el desarrollo del personal, ofreciendo formación a medida y posibilidades de promoción, medidas de apoyo a la conciliación, y todo en un entorno de trabajo sostenible desde el punto de vista ambiental en el que, además, se inculquen hábitos saludables.
Una vez que consigamos la deseada Responsabilidad 360º, culminará nuestra misión como valedores de la RSC proyectándola hacia la sociedad, que deberá percibir a la compañía como un ejemplo a seguir en numerosos aspectos, impulsando desde la filantropía hasta acciones medioambientales que reduzcan la huella ecológica de la compañía.
Y, obviamente, una empresa ideal deberá tener un compromiso con la dignificación del trabajo canalizándolo como instrumento para lograr la integración social de los colectivos más vulnerables. Esa es la prioridad de Nortempo a través de nuestra Fundación, desarrollando e impulsando acciones, proyectos y programas que promuevan la empleabilidad y realización profesional y personal de las personas que lo tienen más difícil. Porque en materia de RSC, todos sumamos.
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