Éstas son 10 actitudes y capacidades distintivas, según David Reyero, HR Business Partner & Strategic Projects en Sanofi:
1. Eligen un propósito inspirador para su vida personal y profesional: caminan hacia sus sueños con responsabilidad, pasión y vocación de contribuir a la mejora de la sociedad.
2. Entablan buenas relaciones interpersonales. Su “capital social” de familia, amigos, colegas profesionales y conexión con la comunidad les ayuda a superar los malos momentos.
3. No miran las crisis como obstáculos insuperables sino como oportunidades a descubrir. Los errores en el trabajo son valiosas fuentes de aprendizaje para ellos. Para ello se enfocan en aumentar continuamente su nivel autoconfianza.
4. Aceptan que el cambio es parte de la vida y ven no sólo los riesgos sino la parte de oportunidad para su mejora personal y aportación a la compañía.
7. Viven con riqueza el presente, aprendiendo del pasado pero sobre todo son seres «futurizos» (en palabras de Julián Marías), porque viven proyectándose siempre, en una sana tensión de transformación personal.
8. Son positivos, realistas, se apoyan en el sentido del humor, aceptan las críticas y se rodean de gente positiva.
9. Cuidan de su salud con buenos hábitos cotidianos (sueño, alimentación, deporte, gestión del estrés….) ya que son conscientes de la importante autoexigencia que conlleva una carrera profesional de alto rendimiento durante varias décadas.
10. Desarrollan sus habilidades de comprensión profunda y solución de problemas complejos para lograr los mejores resultados colectivos.
David Reyero recuerda que Albert Einstein indicaba: “sólo hay dos maneras de vivir tu vida: como si nada fuera un milagro o como si todo fuera un milagro”. Y a la vez mencionaba: “sin crisis no hay no hay méritos ni desafíos y sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía».
“La vida de hoy no es de color de rosas y a la vez es claramente mejor que épocas pasadas en una mayoría de aspectos. Y este mundo VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) refleja con crudeza un época de paradojas y polaridades, de oportunidades y riesgos. Por ello se requiere forjar el carácter para tener éxito y sobre todo tener una vida plena y satisfactoria”, señala Reyero.
“La resiliencia pasa a ser, por tanto, fundamental en nuestra “caja de herramientas” vitales en este contexto crecientemente exigente y estresante”.
Una habilidad valiosa que facilita superar los frecuentes obstáculos que irán apareciendo y aprovechar mejor las oportunidades y la energía personal.
Una actitud que potencia nuestra autorresponsabilidad para asumir con mayor coraje y éxito las riendas de nuestra vida, aprendiendo de experiencias propias y ajenas y manteniendo un espíritu positivo y equilibrado.
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