Decían los clásicos que ‘la vida es una continua educación’ y los que nos dedicamos a la gestión integral de Recursos Humanos tenemos esta frase de cabecera. La búsqueda del talento y la formación especializada, por lo tanto, deben estar siempre presentes en nuestro plan de trabajo, atendiendo a los diferentes perfiles de manera individualizada –porque no hay dos profesionales iguales- y adaptándonos a los cambios que llegan de la mano de la Transformación Digital.
Las compañías de RRHH debemos jugar un papel primordial en este escenario ejerciendo de puente entre los conocimientos adquiridos previamente por el profesional y los que demandan las empresas. Asimismo, tenemos que adquirir el rol de asesores en esta cultura de la formación, caminando de la mano de las organizaciones en este proceso integral y vital para el desarrollo de negocio.
En el mundo del aprendizaje, la planificación manda y la formación debe tener un sentido estratégico e integrarse dentro del proceso productivo, definiéndose previamente las necesidades en función de los objetivos estratégicos, para conseguir una plantilla con profesionales que aporten valor y competitividad.
Además de tener claras nuestras metas, debemos ser innovadores y adelantarnos a las tendencias en formación para jugar con ventaja y situar a nuestra compañía como referencia sectorial. Las nuevas tecnologías y las necesidades específicas de profesionales especializados marcan la nueva oferta formativa con fórmulas flexibles que permiten la movilidad de los trabajadores, con el aprendizaje móvil como clave.
Para entenderlo, bastará un dato: más de la mitad de la población mundial cuenta con un smartphone, por lo que la experiencia formativa se debe canalizar a través de estos dispositivos para llegar a un mayor número de usuarios. De esta manera, logramos universalizar la formación y además, permitimos que los profesionales de distintos ámbitos aprovechen tiempos ‘muertos’ y los transformen en sesiones de aprendizaje.
Está claro, por lo tanto, que vivimos en un momento de transición hacia lo digital con búsquedas de información más rápidas y accesibles, y la formación no es ajena, con formatos más cómodos que le facilitan la vida al alumno con un solo clic.Por ejemplo, destacaremos el auge de los webinars, videoconferencias en directo en las que el alumno se puede encontrar cara a cara con el profesor a través de internet y acceder a formación específica o incluso resolver dudas desde cualquier lugar. Es decir, un seminario 2.0 que está cambiando el concepto de educación.
Además, en la línea de lograr el engagementdel empleado y la deseada Responsabilidad 360º destaca además el auge de las plataformas digitales de mentoringenfocadas a la formación interna de los trabajadores, en las que expertos en materias concretas –que suelen ser los propios compañeros- forman al resto del equipo.
Por último, además de los cambios en la materia que llegan gracias a las nuevas tecnologías, no nos podemos olvidar de la formación a través de la gamificación, que alimenta nuestra tendencia natural de aprender jugando de una manera divertida que nos permite además desconectar de la rutina.
Ya sea mediante juego, plataformas digitales o métodos presenciales, la formación de los profesionales no debe ser improvisada y debe responder a un plan diseñado a medida para la empresa, y en ello las compañías de gestión integral de Recursos Humanos podemos ser unos buenos maestros.
Fomentar la cultura de la formación y la atracción del talento, configurando una plantilla de profesionales altamente cualificados y especializados debe ser nuestro objetivo.
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