La productividad, uno de los principales impulsores del éxito y de los resultados económicos, es una cuestión clave para las empresas. Pero conseguir la implicación y el mejor resultado laboral de los empleados no es fácil. Así, la mala gestión representa uno de los obstáculos más relevantes para alcanzar la productividad en los puestos de trabajo según las conclusiones del informe “The Workforce View in Europe 2018” en el que ADP, proveedor global de soluciones de Gestión del Capital Humano, entrevistó a casi 10.000 empleados a nivel europeo. Las tres barreras principales a la productividad son una mala gestión (19%), sistemas y procesos ineficientes (18%), y una tecnología lenta y poco eficaz (15%). En España los encuestados destacan además que la falta de sistemas óptimos y los procesos ineficientes son su principal barrera.
La productividad tiene el potencial de obstaculizar seriamente el crecimiento económico y empresarial. Especialmente preocupante es el hecho de que la mala gestión se mencione como el principal motivo que impide que el personal alcance la máxima productividad, por delante de muchos otros factores. Una buena gestión no es algo que llegue de forma natural a todo el mundo. Los programas formales de desarrollo ayudan a los directores a aprender a responder a las diversas necesidades de sus equipos, así como a entender cómo deben ofrecer su feedback y reconocimiento de forma efectiva.
A pesar de que existen muchas voces que hablan sobre el efecto perjudicial de las redes sociales y de la tecnología personal en la productividad, solo el 6% de los encuestados citaron herramientas como Facebook, como un obstáculo a la productividad y solo el 5% dijo que el móvil le distraía en exceso. Pero en cambio el porcentaje alcanza el 16% entre los jóvenes de 16 a 24 años. En el lado opuesto, los 37% trabajadores más comentan que nada les distrae en su puesto de trabajo; casi el doble que la media (22%).
Por sectores y países
El problema de la productividad es más habitual en ventas, medios de comunicación y marketing, donde más de un tercio (36%) de los trabajadores dicen que no pueden maximizar su productividad, seguidos de los empleados de sanidad (33%) y comercio al por menor, catering y ocio (32%). Los empleados del sector del arte y la cultura son los que menos trabas encuentran a su productividad (23%).
El informe también arroja diferencias considerables entre países, por ejemplo, la mala gestión suele considerarse un problema en Polonia (25%), mientras que España lucha contra los sistemas y procesos más ineficientes (22%) y los italianos con una tecnología lenta (20%). En otras áreas, los franceses suelen quejarse por tener demasiadas reuniones (15%) y los británicos dicen que el estrés afecta a su productividad (12%).
Invertir en formación
La productividad es vital para alcanzar la prosperidad económica y organizativa, por lo que obtener el rendimiento máximo debe ser la prioridad principal de los empleados. Por eso es tan importante invertir en la formación en tareas de gestión. Además, los procesos, sistemas y la tecnología deben actualizarse habitualmente mediante las aportaciones del personal, para garantizar que se trabaje de manera homogénea del modo más adecuado y productivo posible.
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