En las organizaciones actuales, en un mismo equipo de trabajo pueden llegar a convivir hasta cuatro o cinco generaciones. Cada una tiene distinta forma de interrelacionarse, de comunicarse, no solo a nivel del lenguaje (oral o escrito) sino en formas de moverse, modales, inclusive en todo lo referente al uso de espacios individuales, la forma de vestirse, acercarse al compañero y -de alguna manera- tener contacto físico.
Según la generación de que se trate, hay que respetar ciertas “formalidades” que en otras, no; y viceversa. Algunas veces sucede que los más jóvenes pueden llegar a percibir desconfianza por parte del otro si éste no le comparte cierta información, por mínima e insignificante que sea.
O también puede ocurrir que en un mismo equipo haya quienes piden “reunirse”, otros que solicitan “dame un call” o “mandame un e-mail” y otros que resuelven todo con un “hablemos por What’s APP”.
Baby Boomers, Generación X y Millennials (Generación Y), cada generación con sus propios códigos y características. Pero, ¿cómo es cada grupo?…
Baby Boomers (nacidos entre 1946 y 1965): Leales a la empresa, con foco en los procesos, buscan oportunidades de reto y significativas para seguir creciendo en el trabajo y continuar aprendiendo. Orientados al servicio y comunicación formal “cara a cara”.
Generación X (nacidos entre 1965 y 1980): Flexibles, adaptables, con interés de desarrollo general. Independientes, creativos y con la idea de cambiar sistemas.
Los Millennials (nacidos entre 1980 y 1995): Muy sociables y tecnológicos. Esquema flexible y feedback constante. Siempre priorizando el equilibrio del trabajo con su vida personal.
Con perfiles tan diversos, ¿cómo conectamos en un mismo ambiente de trabajo a las diferentes generaciones?…
- Primero deberíamos focalizarnos en tener líderes inclusivos, que puedan conocer, entender e integrar a cada uno con sus “características”. Y que esos líderes, a su vez, conozcan a su equipo.
- Realizar actividades de sociabilización entre todos, aumentando la comunicación y el conocimiento entre ellos. Desayunos, festejos de cumpleaños, día del niño y demás acontecimientos de bien común ayudan a lograr este objetivo.
- Que las decisiones sean compartidas dentro del equipo. Consultar opiniones y buscar apoyo al momento de definir “algo”, una dinámica que promueve la participación de todos en general.
- Fortalecer la comunicación por los medios de cada generación, para que de esa forma todos estén al tanto según “sus códigos”.
- También es necesario que la organización tenga foco en el negocio, que se mida a las personas por su desempeño y colaboración con el equipo. Ofrecer oportunidades de crecimiento, desarrollo en procesos y prácticas innovadoras de gestión de talentos.
Crear equipos unidos, auténticos, logrará el mayor potencial de cada generación y la mayor eficiencia del equipo como un todo.
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