El outsourcing, tal y como se ha concebido en los dos últimos decenios, es ya un concepto obsoleto. En un mundo en el que Internet nos ofrece inmediatez y control sobre la mayoría de las transacciones cotidianas que realizamos (desde un pago online hasta la compra de entradas para un concierto), la externalización ya no es suficiente si no va acompañada de herramientas online que ofrezcan control y transparencia sobre aquellos procesos que hayamos decidido externalizar.
Transparencia, trazabilidad y confianza
Si, como el que esto escribe, alguno de los lectores ha tenido la oportunidad de visitar elBulli, restaurante del aclamado FerranAdria, le habrá impactado como a mi la disposición de su centro de operaciones. Desde que te acercas al restaurante por Cala Montjoi puedes observar todo el trasiego de la cocina a través de unas enormes cristaleras, ofreciendo una total TRANSPARENCIA de lo que ocurre en su interior. Una vez dentro del restaurante el ritual comienza con una visita guiada a la cocina, en la que el propio Ferrán te explica cómo están diseñados los PROCESOS para preparar los casi 40 platos que forman parte del menú. Cualquier tipo de intolerancia que tenga el comensal es pertinentemente observada y registrada, así como sus preferencias culinarias (definiendo un ciclo de trazabilidad perfecto).
Después de elBulli muchos restaurantes han seguido sus pasos, implantando (entre otras cosas) la moda de acristalar la cocina para ofrecer transparencia al comensal y trasladarle sensación de confianza, vital para que repita o no la experiencia.
Bienvenidos al middlesourcing
Es cierto que la externalización de servicios de RRHH no es estratégica, lo estratégico son las metas empresariales. Pero una externalización será exitosa y crítica en la medida en que ayude a lograrlas.
Gran parte de la labor de RRHH consiste en realizar transacciones, por lo que resulta lógico crear un servicio que las lleve a cabo. Ese servicio DEBE funcionar como una fábrica, con disciplinas de calidad, de costes y de gestión de tiempos propias de una fábrica. En este contexto, un entorno externalizado (outsourcing clásico) no está aportando TODAS las ventajas que podría ofrecer. Me explico: un gran número de empresas en España tiene su gestión de nómina externalizada (outsourcing) en una gestoría. En muchos de esos casos las transacciones NO están normalizadas (envío/recogida de datos en correo electrónico en formato sin determinar), no ofrecen trazabilidad (quien ha hecho qué) y no están centralizadas en un único punto de control (¿hemos procesado todas las altas?). Nadie duda del expertise de los cocineros (los profesionales que realizan las nóminas) pero el proceso previo es caótico. Es decir, NO HAY TRANSPARENCIA NI TRAZABILIDAD, y por lo tanto, la CONFIANZA se sustenta sobre un contexto de alto riesgo.
En este sentido, el concepto de middlesourcing, a medio camino entre el insourcing y el outsourcing, viene a introducir una capa adicional de control al proceso clásico de externalización. No basta con tener a los mejores cocineros, es necesario disponer de herramientas que ofrezcan a los clientes una total TRANSPARENCIA de lo que ocurre con cada transacción realizada, desde que se inicia hasta que termina (TRAZABILIDAD) para que así la CONFIANZA no se vea comprometida.
En este contexto, un sistema de externalización de nómina y RRHH bajo el concepto de middlesourcing debe contar con profesionales expertos en la materia, pero también con una plataforma única de comunicación estructurada que provea:
- Movilidad y disponibilidad. Anywhere, anytime.
- Normalización y estructuración de todo el tráfico de información entre el cliente y el proveedor de servicios.
- Protocolos de firma electrónica y sello de tiempo.
- Sistema de alertas/notificaciones. (“Su documentación ya está disponible”, “las altas han sido procesadas”, etc).
- Discriminación de perfiles de usuario en el cliente y preferencias de los mismos.
- Normalización y control de los “sitios” en los que la documentación se facilita.
- Acceso al software de explotación que utiliza el proveedor de servicios desde la perspectiva del cliente (el equivalente al cristal de la cocina) y con los derechos de acceso acordados.
- Cuadros de mando, telemetrías y analíticas de uso.
En definitiva, tener cocineros expertos ya es “calidad 0”. Es en la tecnología que rodea al proceso de outsourcing clásico donde reside la fuente de ventajas que ofrece la externalización. Bienvenidos a la era del middlesourcing.
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