Empecé a trabajar en 1986. Por entonces, mi oficio consistía en analizar las necesidades de las empresas (PYMES, ETI y Grandes Empresas) para poder proponerles la mejor solución informática, tanto a nivel de software como de hardware.
Para algunas empresas, era su primera informatización, para otras era el momento de pasar a una informatización más profesional conectando los ordenadores en red, y para otras de pasar a una informática más específica.
La cuestión del momento para los dirigentes y los equipos directivos, era para algunos: ¿tenemos que informatizarnos? Y para otros: ¿es necesario dar un paso más? O ¿cómo avanzar un paso más?
Hoy en día, ya ni siquiera se plantea la pregunta, cualquier empresa independientemente de su tamaño cuenta con toda su gestión informatizada. Entiendo por gestión: contabilidad, stock, facturación, financiera, comercial, nóminas, etc. Por otra parte, las empresas que no lo han hecho han desaparecido rápidamente de los registros comerciales.
Sea cual sea el tamaño de la empresa, y su nivel de madurez en informatización, los obstáculos eran los mismos:
- El coste
- Personal no apto para pasar a esta nueva tecnología
- El miedo a ver su puesto de trabajo desaparecer
- ¿Cómo hacer de otra manera?
- ¿Sabremos pensar de forma diferente?
- ¿Cómo compaginar lo cotidiano y el futuro?
Como la memoria es selectiva, ciertamente he olvidado puntos que también eran muy importantes en aquel entonces. Lo que es seguro, es que estos puntos se pueden clasificar en tres categorías:
1. El aspecto económico, tanto a nivel de coste de compra como de su puesta en marcha (implementación)
2. El aspecto humano
3. El aspecto tecnológico
Al final, el reto era el mismo: poner a su cliente en el centro de la empresa para poder tener una mejor proximidad, capacidad de respuesta, atenderle mejor para ganar cuota de mercado o no perderla, ahorrar para ofrecer mejores precios a sus clientes. Simplemente, ser más competente.
A mis 22 – 23 años de entonces, observé que sobre todo las empresas que eran activas en su informatización, obtenían mejores resultados, eran más competentes porque veían el proyecto en su conjunto: pensar de manera diferente, hacer de otra forma.
Treinta años más tarde, con la llegada de la era digital, de la digitalización, aunque las causas sean un poco distintas, vivimos los mismos efectos. Como hasta hace poco la informática, y tal como acertadamente lo afirma el BPI Lab: lo digital revoluciona el modelo comercial de las empresas, sea cual sea su sector, tamaño, cadena de valores, conocimientos, convicciones y modelos tradicionales: precios bajo tensión, paso de los productos al uso, precarización de las ventajas competitivas, modelo en red, por tanto, es necesario transformarse para adaptarse.
Las preguntas no son: ¿era mejor antes? ¿Más difícil ahora? Las preguntas son: ¿cómo hacerlo? ¿Cómo tener éxito en la transformación?
Lo digital solo es una evolución de esta informática, solo es un medio. El objetivo sigue siendo el mismo: es una cuestión de negocio, de alto rendimiento, de búsqueda de la eficacia, de la capacidad de respuesta, de proximidad con los clientes, de innovación, de creatividad para ser más fuerte, más creativo, tener mejores precios, stock, mejor flujo, mejores productos y mejor adaptados y adaptables a la constante evolución, siempre más rápida, de los mercados. Ser diferente a los demás para captar mercados, talentos. Además, ¿no es uno de los fundamentos de los negocios: ser diferente para ser mejor, destacar, para simplemente estar presente? A veces, se dice que lo digital conduce a que todos seamos iguales, ¿no es también su fuerza, disponer todos de las herramientas para ser diferentes?
Sin estar ya en la informática, desde hace más de 15 años mi oficio es permitir a las empresas tener éxito en su transformación, combinado lo humano y lo digital al servicio del alto rendimiento.
Es por eso que, a continuación en este artículo, en primer lugar, descubrirá lo que es realmente la transformación digital, en un segundo lugar, descubrirá los elementos clave del éxito con ejemplos de clientes y, finalmente, ideas de acciones.
1 comentario en «¿Qué relación hay entre la transformación digital y mediados de los años 80?»
Para entender un poco el cambio les puedo compartir la forma en la que hago la contabilidad. Antes todo era papeleo, ya tengo una aplicacion que me ayuda a tener todo funcionando y automático. Con Alegra me mejoro mucho la vida.
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