En las últimas semanas, he tenido la ocasión de asistir a varios eventos de RRHH, Gestión del Talento y Cultura Organizacional en los que he aprendido muchísimo. En ellos, he podido reflexionar y debatir sobre estos aspectos y sobre el impacto del cambio generacional en nuestra sociedad, es decir, la llegada de la Generación Z al mercado laboral y la convivencia con las generaciones Y, X, Boomers y otras en las organizaciones.
Para los que todavía no conocen la Generación Z, he aquí unas pinceladas: los primeros miembros de la denominada Generación Z son los nacidos entre 1994 y 2009; son los que, ahora, empiezan a salir de las aulas para incorporarse al mundo laboral y encontrar su sitio en el sector profesional. Se trata de la primera generación que ha crecido con Internet desde las fases más tempranas de aprendizaje y socialización, y también aquella a la que la crisis ha marcado más directamente su personalidad.
Esta nueva generación profesional se mueve por unos valores muy sociales y su actitud es completamente diferente a la de las anteriores generaciones; son jóvenes profesionales que solicitan transparencia, flexibilidad, dinamismo y cambio constante, además de avance digital e innovación. Valoran el predicar con el ejemplo de los managers, la comunicación abierta y sin prejuicios; el talento sin etiquetas, el compromiso y el sentimiento de pertenencia a la comunidad; la co-creación y el compañerismo o co-working.
Resulta asombroso ver el impacto que ha provocado la llegada de la Generación Z en el mundo laboral. Su incorporación está transformando el funcionamiento y la organización interna de las empresas, y estas se plantean, cada vez más, el desarrollo de personas, la manera de retener el talento, la flexibilidad, la innovación, la digitalización y el cambio cultural, entre otras muchas cuestiones, a partir de la llegada de esta generación. También destaca la importancia del papel de las Direcciones Generales y de Recursos Humanos, quienes trabajan para facilitar y garantizar la convivencia de generaciones tan distintas y su adaptación.
Ante esta situación de cambio, hoy, más que nunca, me planteo la importancia de nuestro papel como headhunters en la Selección de Directivos. Desde Headway Executive Search analizamos las competencias y habilidades de los profesionales para saber detectar esa actitud Z en el talento directivo y, así, hacer posible la convivencia generacional en las empresas, para que estas consigan sus mejores resultados.
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