Planificar una estrategia para estar preparados en caso de que las oficinas se vean afectadas por algún tipo de problema que impida su uso es algo común para muchas grandes empresas, sobre todo para aquellas que cuentan con sedes en zonas geográficas con peligro de desastre natural. Las estrategias tradicionales de recuperación de espacios de trabajo de estas empresas no han seguido el mismo ritmo que las necesidades de los negocios de hoy. Históricamente, las empresas construían su estrategia alrededor de su infraestructura tecnológica. Esto significa que en caso de desastre natural, para que el personal crítico pudiera mantenerse activo, las empresas necesitaban tener acceso físico a sus centros de datos.
La solución fue establecer oficinas cerca de un servidor de recuperación al que acudir en caso de necesidad. Si algún desastre llegara a pasar, la empresa enviaría al personal necesario a trabajar desde un espacio cercano al servidorpara poder mantener la actividad. Este es el modelo que la industria ha seguido hasta ahora, pero se trata de un modelo desfasado.
¿Por qué? Hay dos razones principales. Para comenzar, la tecnología ha evolucionado muy rápidamente desde que la mayoría de las grandes empresas desarrollaron las primeras estrategias de recuperación de espacios de trabajo. La llegada de la computación en la nube ha derivado en que los datos ya no están almacenados en ningún lugar en concreto. Son accesibles desde cualquier lado. Esto significa que ya no es necesario que la estrategia de recuperación y la oficina de reservaesté basada completamente en dónde estén localizados los servidores.
En segundo lugar, recuperar una ubicación fija puede ser una pesadilla logística. Si una pequeña fuga en una oficina la ha dejado inutilizable, es posible trasladar al personal a una oficina de back-up específica sin problema. Pero, ¿qué sucede si la ciudad completa está inundada o enfrenta otra catástrofe de impacto igualmente significativo? O bien la oficina de sustitución también se verá afectada, o el desplazamiento hasta ella puede no ser posible. En el mundo de hoy, las empresas inteligentes necesitan desarrollar una estrategia de recuperación de espacios de trabajo dinámica, flexible, capaz de cambiar y adaptarse al minuto en una situación real. Por ello, es necesario que esta estrategia esté basada en una red de espacios capaz de satisfacer necesidades globales, de cara a poder contar con un amplio abanico de opciones en caso de que sea necesario.
Las grandes empresas se están dando cuenta de que sus planes de recuperación de oficinas pueden no ser adecuados para su propósito, y una revolución flexible y dinámica está a punto de penetrar en la industria. Las oficinas estáticas serán reemplazadas por espacios flexibles, dinámicos y completamente adaptados a cada tipo de persona.
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