A pesar de los intentos por la total integración de la mujer en las empresas, lo cierto es que sigue existiendo una discriminación, que a menudo no es posible detectar fácilmente ya que no se saben los criterios utilizados para tomar la decisión final de quién es contratado y quién no.
Desde Antal International, consultora experta en la selección de personal especializado, siempre hemos apoyado el talento femenino. Desde nuestra experiencia, hemos analizado los efectos positivos de las medidas implantadas para la flexibilidad laboral y la ayuda a la conciliación familiar dentro de nuestra compañía.
A menudo, las empresas son reticentes a contratar personas con cargas familiares ya que creen que no pueden asumir el mismo grado de compromiso con la empresa, pero lo cierto es que para las empresas es positivo implantar medidas de conciliación de la vida laboral y personal. La conciliación no sólo es positiva para los trabajadores, sino que es beneficiosa para la empresa: reduce el absentismo laboral, mejora la visión de los trabajadores y su sentido de pertenencia a la compañía, retiene el talento…
Las mujeres, en muchos casos, sienten que se quedan fuera de los procesos de selección debido a su maternidad o a que pueden ser madres en un futuro. Muchas mujeres se encuentran en la tesitura de tener que elegir entre ser madres o su carrera profesional para poder crecer dentro de sus empresas. Resulta anticuado, que todavía se desperdicie el talento de todo un colectivo en vez de facilitar medidas de integración.
Las empresas, a su vez, tienen una percepción distinta de por qué el talento femenino no se incorpora a sus empresas, especialmente en puestos directivos o de alto mando. En algunos casos, creen que no hay candidatas suficientes que aspiren a estos puestos; otra de las razones es que trabajan en un sector, que por lo general, no resulta atractivo para la mujer; por último, echan la culpa a la deficiencia de las políticas de integración de la mujer dentro de las propias compañías.
Desde Antal Internacional, lanzamos una defensa de la mujer en las empresas, que suelen tener una capacidad de organización y de priorización en su trabajo, lo cual le hace altamente efectiva y productiva, no siendo las horas de trabajo lo importante si no su efectividad, en la mayoría de los casos por falta de tiempo. Miramos a los países del norte, dónde la defensa y las ayudas a la maternidad y a la mujer trabajadora es cultural e intrínseco en las propias leyes.
Desde las consultoras de recursos humanos se debe trabajar e intentar «educar » para defender las candidaturas independientemente de su sexo, edad, procedencia… Y así, favorecer la integración de todos los colectivos en el mercado laboral.
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