La consultoría, una forma de entender los RRHH

Resulta obvio afirmar que el inicio del siglo XXI ha supuesto un cambio radical en los entornos de trabajo y en el modo de desarrollar las carreras profesionales. Según el estudio “Reescribiendo las reglas para la era digital – Deloitte Human Capital Trends 2017”, las carreras profesionales de muchas de las personas que ya están trabajandoen la actualidad tendrán una duración de entre 60 y 70 años. Dentro de esa duración, se calcula que una persona estará una media de 4 años y medio en cada trabajo. Es decir, un profesional habrá pasado por 15 empresas distintasal final de toda su carrera.

Cada una de esas 15 empresas serán 15 proyectos muy diferentes entre ellos. Se cambiará de función, de departamento, de responsabilidad, de sector. Las personas con las que tratará serán muchas y muy diversas. Los equipos multidisciplinares; las habilidades necesarias muy distintas entre ellas. Podríamos decir que nos vamos a convertir en profesionales de la consultoría.

Este trabajo, el de consultoría, ha requerido siempre la necesidad de acostumbrarse al cambio constante, al aprendizaje rápido, a cambiar de equipos e interlocutores, adaptándose a cada uno de los ecosistemas generados por los distintos equipos.

Y dentro de este ámbito, la consultoría de RRHH es uno de los más claros exponentes de esta forma de trabajar. Un consultor en RRHH participa en proyectosmuy transversales y diversos, que pueden ir desde el realizar un programa de onboarding, a un plan de entrevistas de salida, hasta, por poner solo tres ejemplos, la definición de un plan de desarrollo para los empleados. Y cada uno de estos proyectos se lleva a cabo en empresas de ámbito muy distinto, formas de trabajar, equipos…

Por eso, la consultoría se ha convertido en una forma de entender los RRHH.

Por un lado, en su ejercicio más tradicional, vinculado a una firma de servicios profesionales. La posibilidad de conocer de primera mano las distintas áreas de RRHH, así como el aprendizaje constante que esto trae consigo, atrae a jóvenes y no tan jóvenes a elegir su desarrollo como consultores en firmas de este tipo. El hecho de prestar servicio a clientes muy heterogéneos permite que los empleados se involucren en proyectos diferentes, rompiendo la monotonía y elevando las posibilidades de aprendizaje, no solo en materia de RRHH, sino también en el trato con los clientes, proporcionando así una visión global del sector y un amplio conocimiento de todas sus áreas. Además, los proyectos tienen un carácter multidisciplinar, pudiendo desarrollar el talento personal de cada profesional en todas las facetas de la materia, siempre dentro de distintos sectores y empresas, ampliando el networking entre consultores y otros empleados.

Estas firmas dan la oportunidad de desarrollar todo un plan de carrera. Se trata de la posibilidad de tener un crecimiento anual durante los seis primeros años, referente a categoría y responsabilidades. Si tenemos en cuenta que cada año un profesional junior puede contar con nuevos retos, más responsabilidad debido a su nueva categoría, y la posibilidad de ampliar su red de networking, ¿cómo no iba a llamar la atención de los jóvenes una experiencia como esta?Por último, tras varios años de trabajo, formación continua y trato con clientes, las firmas de servicios profesionales aportan la posibilidad de dar el salto a grandes departamentos de recursos humanos de otras empresas, donde estos profesionales son altamente valorados.

Sin embargo, la figura del consultor no tiene por qué estar únicamente ligada a las firmas de servicios profesionales. De la nueva realidad surgen nuevos perfiles, como el del que podríamos denominar“intraconsultor”. La transversalidad y la capacidad de innovar de este tipo de perfiles, conocedores de las últimas tendencias del mercado en gestión de capital humano, ha desembocado en la necesidad de fomentar la aparición de profesionales así en los departamentos de RRHH. No cabe duda de que la función de RRHH se ha incorporado paulatinamente al core de cualquier negocio. Y en esa integración conlleva la necesidad de incorporar personas con una visión estratégica y transversal de su función, así como la capacidad de desarrollar múltiples proyectos simultáneamente, haciendo las veces de consultor pero “desde dentro”.

Es por todo lo explicado que pueden encontrarse en el mercado programas de formación dirigidos a adquirir las habilidades y los conocimientos propios de una persona experta en consultoría en RRHH, tratándose de una excelente salida profesional para todas aquellas personas que quieren dedicarse a esta área de la gestión empresarial. En cualquier caso, y sea el que sea el acercamiento de cada uno a la materia, está claro que la consultoría se ha convertido en si misma en una manera de entender los RRHH.