La 4ª Revolución Industrial ha llegado también para el sector de los RRHH, el conocimiento, talento y empleo.
Como en cualquier otra revolución industrial, nos encontramos al borde de una gran convergencia, en este caso de tecnologías: el análisis de cantidades masivas de datos (Big Data), el aprendizaje automático y el incremento del poder de cómputo, pronto convertirán la inteligencia artificial (IA) en algo ubicuo.
Las organizaciones comienzan a surfear una ola que llaman Transformación Digital, involucrando a toda la estructura organizativa en mayor o menor medida. Una de las áreas clave y que tiene mucho que decir, aprender y desarrollar es el área de recursos humanos o como llaman ahora, gestión de personas o talento que, de pronto, se encuentran con que las reglas del juego han cambiado, que esto va de personas, de talento, que el conocimiento es un capital importante de la empresa y se enfrentan a nuevos paradigmas, tanto para la gestión de su propio talento como para la captación y selección de nuevo talento.
Las organizaciones hoy día se enfrentan a una serie de retos donde el talento es un pilar fundamental para sus estrategias de negocio:
¿Cómo identifico a mis empleados clave? ¿Cómo detecto quién necesita ayuda? ¿Cómo le ofrezco esa ayuda de la forma adecuada? ¿Cómo retengo al talento clave? ¿Cómo fomento la compartición de conocimiento, que el conocimiento de cada uno de mis empleados cale en mi organización? ¿Cuándo necesito traer talento de fuera, dónde y cómo lo localizo?
Las expectativas, necesidades y motivaciones de los nuevos perfiles profesionales han cambiado, no sólo valoran el salario, el prestigio de la empresa, el tipo de contrato… también la flexibilidad, el atractivo del proyecto, posibilidad de promoción, equipos de trabajo con los que trabajar, trabajo diversificado… información que no se encuentra en los CV o perfiles en redes sociales tradicionales.
La buena noticia es que la tecnología, hoy más que nunca y a pesar de los mensajes que auguran la amenaza de la existencia de determinados puestos de trabajo, está del lado del talento y del conocimiento, por lo que las empresas tienen una oportunidad de oro para resolver todas estas incógnitas y alinearlo con las estrategias de negocio.
Tecnologías como el BigData, Machine Learning o algoritmos basados en Inteligencia Artificial ya permiten optimizar los equipos de trabajo de RRHH, permitiendo no sólo ser mucho más eficientes y productivos, sino también brindar la oportunidad a sus integrantes de crecer profesionalmente, aportando más valor a la organización, desempeñando tareas más orientadas a la verdadera gestión y toma de decisiones, más allá de las tareas básicamente administrativas.
Gracias a herramientas basadas en estas tecnologías, las organizaciones tienen la posibilidad de construir de forma automática el mapa de talento, generando el perfil competencial detallado de cada uno de sus empleados, identificar sus fortalezas y áreas de mejora, a partir de la cual poder obtener datos de gran valor y tomar decisiones.
Un dato relevante que se puede extraer es el gap existente entre el perfil del empleado y las competencias necesarias del puesto de trabajo y, a través de un sistema de recomendación inteligente basado en IA, BigData y Semántica, recomendar contenidos didácticos, acciones formativas o ejercicios dirigidos a mejorar su perfil individual, más allá del Plan de Formación anual que al final ofrece “Café para todos”. De esta forma el empleado siente que desde su organización se le ofrece lo que realmente necesita, ve mejorar su perfil y tiene más oportunidades de crecer internamente y menos posibilidades de que abandone.
Por otro lado, también estas herramientas y tecnologías están presentes en el momento en el que la organización tiene que encontrar y atraer al candidato perfecto, dentro del maremágnum de portales, fuentes de empleo y redes sociales existente hoy día. Existen actualmente plataformas que, incorporando tecnologías de Big Data y apoyadas por algoritmos de inteligencia artificial y machine learning, son capaces de encontrar a un candidato que, sin necesidad de tener una larga trayectoria profesional o maravillosos estudios académicos, sí que posee las habilidades, destrezas y competencias necesarias para el desarrollo de un determinado proyecto o puesto de trabajo, validar todo esto gracias a un potente evaluador inteligente mediante tests y/o ejercicios temáticos para luego recomendarlo a la empresa en tiempo real. A partir de aquí la empresa tendrá el contacto con el candidato para una última validación o directamente la contratación a un solo clic, evitando largos procesos de selección, llamadas telefónicas y entrevistas donde se obtiene información a veces subjetiva.
Esto no ha hecho más que empezar y, hablando de talento y competencias, una de las que tendremos que desarrollar será la de la gestión y adaptación al cambio. Como hemos podido observar la tecnología llega a las organizaciones para quedarse, transformar la forma de hacer las cosas, conseguir mejores resultados con menos esfuerzo y permitir al ser humano dedicarse a actividades que aporten más valor a la empresa y, por qué no, a sí mismos. La clave estará en aprender a vivir constantemente fuera de la zona de confort y trabajar en lo que realmente se le da bien, le motiva y apasiona, para ser definitivamente más productivos, eficientes y, sobre todo, felices.
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