El estudio global de empresas digitales de este año reveló que el 90% de las organizaciones esperan que su negocio se vea totalmente revolucionado por las tendencias digitales. Las compañías están afrontando cambios sin precedentes y consecuentemente necesitan revolucionar su forma de trabajo.
Pero esto no es tan simple como introducir una nueva estrategia en la compañía. Para poder implementar completamente nuevos valores y procesos en la empresa se vuelve necesario un cambio exponencial en la cultura de la compañía, pues la única variable que puede cambiar realmente una empresa son las personas. No es tan fácil como podría parecer.
Así que, ¿cómo puedes desarrollar tu cultura corporativa para ayudar a implementar nuevas estrategias de negocio y transformar tu compañía?
Revolucionar los recursos humanos
Si la forma de volver a sacar a flote a tu compañía es a través de las personas, tiene sentido pensar que primero necesitaras transformar el departamento de RR.HH. Más allá de las tareas administrativas, las descripciones de los puestos de trabajo del departamento de RR. HH. necesitan cambiar para reflejar e incorporar el nuevo rol que juega a la hora de transformar la cultura corporativa de la organización. El valor del departamento debe redirigirse, así como su posición dentro de la empresa, lo que convierte los RR. HH. en un verdadero socio estratégico como instigador y facilitador de la transformación de la empresa.
No tengas todas las respuestas
Cuando tu empresa tiene un portfolio amplio y empleados que poseen un elevado nivel de especialización y habilidades técnicas puede existir la tentación de ofrecerle al cliente soluciones precocinadas. Asegúrate de dar un paso atrás para ver la situación con perspectiva y descubrir realmente que es lo que tu cliente necesita, no lo que tú crees que necesita. Sé curioso. Acepta y propicia conversaciones nuevas y diferentes con ellos.
Más que buscar soluciones completas, fomenta la creación de ideas rápidas entre tus empleados. Esto promueve la flexibilidad que permitirá la adaptación a diferentes tipos de proyectos y diversos deseos de clientes, asegurando una respuesta a sus necesidades reales y, sobre todo, el estar un paso por delante de los acontecimientos.
No tengas miedo a cometer errores
Si una parte vital de tu empresa es el desarrollo de negocio, este nunca tendrá lugar si no te arriesgas a tirarte a la piscina. Tradicionalmente, muchas empresas tienen una cultura corporativa reacia a los riesgos, pero para superar la ruptura que implica la transformación digital los empleados necesitaran prepararse para tirarse de cabeza sin miedo.
Todos conocemos la frase ‘aprende de tus errores’, pero para poder hacerlo primero tienes que cometer esos errores. No se espera que nadie tenga todas las respuestas correctas en su mano todo el tiempo. De hecho, esta forma de pensar, puede acarrear una obstaculización de la propia creatividad y la innovación. Ayuda a tus empleados a abrazar la cultura del fracaso rápido predicando con el ejemplo. Prueba nuevas ideas, introdúcete en nuevas áreas de actividad o simplemente prueba cosas nuevas. Atrévete. A veces puede funcionar, aunque muchas veces no lo hace. La clave está en aceptarlo y seguir adelante sin mirar atrás, llevándote tu experiencia contigo.
Aprende a compartir y comparte para aprender
Una de las formas de ayudar a tus empleados a ampliar y expandir sus horizontes y salir de su zona de confort superando sus propias expectativas es a través del conocimiento. Si deseas cambiar tu cultura corporativa tendrás que poner énfasis en desarrollar las habilidades y aumentar el conocimiento de tus empleados, además de la forma en la que aprenden.
Esto se puede hacer de manera muy sencilla utilizando a tu favor la sabiduría y la experiencia que tienes de antemano dentro de tu propia empresa. Simplemente es necesario abrirse un campo de diálogo y un plano colaborativo en el que poder compartir todo ese valor con el resto de empleados. Puedes desarrollar una plataforma tecnológica donde acumular y guardar este conocimiento, haciéndolo visible para todos, facilitando el intercambio de habilidades y construyendo una conciencia de empresa renovada y compartida. Lo empleados se verán alentados a buscar el conocimiento de los demás y, lo que es más importante, si esta formación se monitoriza, los empleados podrán rendir cuentas fácilmente de su desarrollo profesional. Este fomento del intercambio de conocimientos también alimentará y potenciará la colaboración entre empleados, lo cual, según reveló nuestro estudio en conjunto con IDC, ayudará a retener el talento.
Ten una visión global
Prestar demasiada atención a proyectos personales en lugar de trabajar con miras globales puede conducir a un pensamiento cerrado y aislado e incluso agrandar la brecha de habilidades entre los empleados, bloqueando el progreso y, por ende, el potencial de la empresa.
Introduce estándares y procesos consistentes para todos los empleados. Por ejemplo, para el rendimiento de los empleados, se puede esquematizar una idea concreta de lo que significa rendir y cómo se puede medir ese rendimiento. La estandarización te hará las cosas más fáciles a la hora de definir qué significa rendir de forma sobresaliente, promoviendo actuaciones similares a nivel global y crear y aprovechar el alto potencial de talento alrededor de toda la organización.
Desde la perspectiva de los empleados, este aumento en la transparencia también ayudará a que estos no afronten los proyectos o soluciones con una visión únicamente local. En vez de promover una cultura de la opcionalidad, los empleados tendrán un mayor sentimiento de unidad y pasarán a trabajar como ‘uno’ en la empresa.
Comunica más
Facilita la retroalimentación de los empleados, fomentando una mejor comunicación y alentando conversaciones entre jefes y empleados. Se trata de crear un ambiente donde la plantilla se sienta suficientemente cómoda para expresar sus ideas y opiniones. Una vez más puedes ser tu quien os guíe con su ejemplo, preguntando por su opinión. Más allá de simplemente aceptar o rechazar los comentarios de compañeros, desarrolla el dialogo. Asegúrate de que también se establecen acciones tangibles por consenso de cómo se hará un seguimiento de esto más adelante. Establece claramente lo que tiene que pasar para asegurarte de que las conversaciones son productivas y aportan valor, tanto desde la perspectiva de los empleados como de la de los jefes. Ve más allá de simplemente rellenar cuestionarios y tachar listas.
Recuerda, transformar tu empresa implica un replanteamiento radical de las prácticas de la compañía y del modo de pensar de los empleados. No es algo que vaya a ocurrir en una noche y probablemente no será un camino de rosas. La clave está en la resistencia; al final todo habrá merecido la pena.
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