En este momento de gran incertidumbre política, en el que por segunda vez en los últimos 7 meses los cuatro candidatos de los partidos políticos mayoritarios intentan ponerse de acuerdo para gobernar España, nosotros nos preguntamos por sus capacidades de liderazgo para dirigir el país. Estamos en la era del cambio y la digitalización, la sociedad y las empresas demandan un estilo de liderazgo diferente al tradicional que pueda hacer frente al actual escenario de incertidumbre, convivencia multi-generacional, globalización, conectividad, etc. El liderazgo en un momento como este tiene que ser adecuado para el propósito que perseguimos. Si bien la experiencia y las cualificaciones serán siempre un buen indicador de si la persona es adecuada para el puesto, lo que es más importante es si tiene la capacidad y la mentalidad para tener éxito. No se trata de saber si el líder tiene la capacidad para desempeñar técnicamente el trabajo, sino de conocer de qué manera lo hace (lo que nosotros llamamos el “mindset”).
¿Tienen Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera las capacidades para liderar el país en la era del cambio?, ¿se han preparado o se están preparando para ello?
Hemos identificado cinco áreas principales de “mindset” para evaluar las capacidades de liderazgo de los candidatos. Aunque nuestra perspectiva se centra en el ámbito empresarial, también es posible aplicar este enfoque para el reto al que se enfrentan los gobernantes de esta gran empresa.
Tras analizar múltiples compañías y cientos de candidatos, podemos afirmar que para ser un dirigente de éxito son necesarias las siguientes capacidades:
Reto
La mentalidad visionaria es fundamental. Cualquier gran líder tiene que ser capaz de contar una historia y de crear una visión para una empresa/país y su gente. Es crucial que tenga la capacidad de crear una perspectiva personal y una visión mediante la integración y la conceptualización de información compleja de diferentes fuentes. La capacidad de utilizar la información para llegar a un objetivo claro es fundamental. El reto para nuestros políticos será establecer una clara visión del futuro de España.
Colaboración
Una vez establecida la visión y los objetivos, un líder de éxito debe demostrar una actitud de colaboración para pasar a la acción. Sus valores deben ser los de un jugador de equipo, procurando el bien común por encima de su ego. Nuestros cuatro candidatos deberían ser capaces de ponerse de acuerdo y de colaborar -entre ellos y con los integrantes de cada uno de los partidos- en aras del bien del país. Por supuesto, también tendrán que establecer relaciones de colaboración con los otros 27 líderes de la Unión Europea, en un momento especialmente delicado tras el Brexit.
Muy a menudo los líderes políticos (y empresariales) confunden el comportamiento decisivo con el liderazgo eficaz. Creen que dirigir desde primera línea les dará todas las respuestas. Muchos se dan cuenta después que este puede ser un enfoque cortoplacista.
Soluciones
El éxito se consigue cuando se tiene la capacidad de progresar superando desafíos aparentemente imposibles de solucionar. Los líderes deberían disfrutar de desarrollar soluciones creativas para superar las barreras y demostrar la unidad y determinación en la consecución de objetivos.
Este es un desafío inmediato para nuestros candidatos. ¿Cuáles serán sus soluciones para los grandes problemas del país como el paro, la corrupción, el estado de las autonomías, el déficit, la educación, la sanidad, las pensiones…?
Cambio
La capacidad para triunfar en entornos de cambio rápido es una competencia básica de todos los grandes líderes. Esta capacidad es tremendamente importante en los tiempos de incertidumbre a los que nos enfrentamos. Un líder de éxito tendrá que adaptarse rápidamente y tener una gran agilidad mental. ¿Están nuestros candidatos preparados para afrontar el fracaso y remontar?
Líder
A un líder de éxito le debe gustar dirigir. Debe tener capacidad para dirigir a otros utilizando la persuasión, el estímulo y la motivación y obteniendo con ello seguidores. ¿Serán capaces nuestros políticos de demostrar su liderazgo ante sus propios partidos y ante la nación? ¿Cómo aplicarán su capacidad de influencia y persuasión en las negociaciones complejas que nos esperan?
En la era del aprendizaje, nuestra obsolescencia se acerca a los dos años. ¿Qué hacen y cómo desarrollan sus habilidades nuestros políticos?
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