Tanto la Conciliación de la vida laboral y personal como la integración de la cultura de la prevención de riesgos laborales en la empresa española, se han convertido en temas de especial interés en la gestión y dirección de las personas en el ámbito laboral.
Durante las últimas décadas se han producido una serie de cambios sociales y culturales que han contribuido a modificaciones en los cambios de mentalidad tanto de los empleadores como del empleado. Algunas de ellas son: la importancia cada vez más creciente de valorar el capital humano como principal activo, la demanda de una mejora de la calidad de vida y de un sistema de trabajo basado en la seguridad de las personas, la idea de igualdad de roles y oportunidades para hombres y mujeres. Actualmente la sociedad pone más énfasis en la idea de “trabajar para vivir” y no “vivir para trabajar” y el mundo empresarial está asumiendo poco a poco todos estos cambios avanzando en materia de conciliación y del desarrollo del concepto de la integración de la prevención de riesgos laborales y, por ende, de la cultura preventiva.
Según la Fundación Más Familia (2015) en el Estudio “qué, cómo y cuánto gestionan la conciliación las empresas en España 2015” realizado junto con la Comisión Técnica de Seguridad y Salud Laboral de la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos , se define el concepto de conciliar como el poner de acuerdo, reunir voluntades en torno a un mismo fin, es mediar entre aspectos aparentemente incompatibles, alcanzar la armonía de procesos, conciliar es, en suma, armonizar lo personal y familiar con lo laboral en la vida de las personas.
La conciliación tiene una interpretación holística que va más allá de disponer de unos buenos horarios laborales o de apoyo a la parentalidad con beneficios tanto para el negocio / empresa (reputación, atracción del talento, compensación, excelencia, compromiso y clima laboral) como para la sociedad (igualdad y diversidad, salud y bienestar, familia).
Varios autores (Galán García, 2016) y estudios específicos basan entre sus líneas estratégicas a seguir en los próximo años en el fomento de la cultura en la prevención de riesgos laborales, tanto en el ámbito educativo (escuela, institutos, formación profesional, universidades) como en el ámbito empresarial (empresas, patronales, sindicatos, asociaciones,…) para conseguir un beneficio común tanto para empresas como para trabajadores consistente en la reducción del índice de absentismo total y, por tanto también el causado por los Accidentes de Trabajo y Enfermedades profesionales y, como consecuencia, reducción de los costes laborales (para las empresas) y prevenir la salud de la persona (para los trabajadores).
Conseguir que la conciliación de la vida laboral y personal junto con la integración de la prevención de riesgos laborales y cultura preventiva se entienda como una inversión a largo plazo que permita establecer ventajas competitivas es un reto hoy en día para las empresas españolas.
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