Ignacio Bernabé es el creador del Growth Management y máximo exponente en España de un nuevo modo de dirigir y desarrollar empresas que se está extendiendo internacionalmente con gran éxito, principalmente por Europa y América. Un modelo orientado a la gestión eficaz del crecimiento, que poniendo el foco en las personas y en el modo en el que estas recorren el camino hacia las metas, supera ampliamente el enfoque tradicional de la dirección por objetivos impulsada por Peter Drucker.
Lo primero que cabe resaltar es que hay en el mundo otros relevantes pensadores y practicantes de lo mejor del Management actual que coinciden con este pensador español en dos cuestiones importantes. La primera, el gran servicio que el Management como ciencia, ha prestado -y lo sigue haciendo- a la humanidad desde más de un siglo atrás. La segunda, la necesidad de renovar, de actualizar el Management al servicio de una humanidad que ahora necesita, en palabras del profesor Bernabé: “impulsar definitivamente la inevitable transición hacia lo que vengo llamando capital-humanismo, como evolución natural desde el capitalismo, al igual que éste lo hizo desde el feudalismo”.
El Growth Management desarrollado por el prestigioso experto, cobra su máximo sentido al ser capaz de poner en valor en el seno de las empresas, los principios y fundamentos del capital-humanismo propuesto por el propio pensador.
Este sentido evolutivo del modelo socioeconómico capitalista imperante en las grandes economías del mundo hacia el nuevo modelo capital-humanista propuesto magistralmente por el profesor, aporta un marco de referencia único y valioso para el crecimiento de las empresas como entes al servicio de la sociedad.
Desde mi experiencia como experto en neurociencia aplicada a las organizaciones, en el Growth Management se dan claramente lo que defino como las tres premisas de la evolución: variación, selección y retención. Preceptos que son necesario desarrollar en las empresas para hacerlas más dinámicas, competitivas y sostenibles; es decir, desde un punto de vista evolutivo dotarlas de capacidades más desarrolladas para su supervivencia.
Esta cuestión de la supervivencia está claramente presente en el pensamiento de Bernabé cuando razona desde lo que él define como paradigma psicobiológico, introduciendo como innovación una visión “psico-física” de las organizaciones, como seres vivos con mente y cuerpo. Este excepcional enfoque que desarrolla desde un aval científico, se ha convertido sin duda, en una de las más grandes aportaciones habidas a lo largo de la historia del Management, pues mejora notablemente el modo de comprender, explicar y mejorar la gestión, salud, dinámica, competitividad y proyección de las organizaciones.
Es aquí donde mi humilde trabajo confluye y fluye con el del profesor. En efecto, en mi actividad profesional utilizo la Neurociencia aplicada al Management y especialmente a dos de sus aspectos más relevantes: el pensamiento estratégico y la acción estratégica. Elementos que, desprovistos de hojarasca, podemos entender como claves en el marco de la búsqueda de la supervivencia de la empresa, junto con el liderazgo que como parte del sistema organizativo facilita o no el dinamismo de la organización. De hecho Bernabé afirma que las organizaciones, sean auténticos equipos o grupos de personas “cuanto menos intercambian energía entre sí”, lo cual la Neurociencia prueba sin ningún género de dudas.
Es más, el enfoque neurocientífico que desarrollo sostiene que la mente es el conjunto de energía, la fuerza que mueve, y de información, lo que se comunica, capaz de modificar los circuitos y sistemas cerebrales, lo que entronca con la idea defendida por el profesor Bernabé: “los pensamientos son las diferentes interpretaciones que cada cual hace de la realidad y condicionan absolutamente aspectos tan relevantes como: nuestra salud física y mental, nuestra capacidad de ilusionarnos y de automotivarnos o los niveles de concentración, memoria y aprendizaje que desarrollamos entre otros muchos factores decisivos para nuestro bienestar, desarrollo personal y proyección profesional, así como la salud, competitividad y proyección de nuestras empresas”.
A este respecto el Nobel de Economía (1978) Herbert Simon sostiene que el recurso escaso que tenemos que gestionar ahora no es la información sino la atención. Esta afirmación que hoy cobra más relevancia que nunca, la hizo hace 40 años; si Simon viviera hoy estoy seguro de que pondría aún más énfasis en esta necesidad. Cita de Simon:”la información consume atención que es un recurso escaso. Las estructuras creadas por las organizaciones para un mundo en el que la información es el factor escaso pueden ser las equivocadas en un mundo en el que el factor escaso es la atención”.
En la limitada extensión de este artículo no podemos extendernos sobre los fundamentos neurobiológicos y neurofísicos de la atención. Ambos términos “neuro” sin duda muy presentes en el Growth Management de Ignacio Bernabé, los cuales serán objeto de análisis en otro artículo. Sin embargo, al hilo de este concepto clave, sí quiero dejar constancia de la especial relevancia que cobra su eficaz gestión en probablemente el modelo español de dirección y desarrollo de empresas con más “atención” y proyección internacional para las próximas décadas.
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