En un equipo pequeño, cada integrante tiene más protagonismo que en uno grande. Las PYMES son precisamente eso, equipos pequeños donde cada miembro es determinante. De ahí que seleccionar, desarrollar y fidelizar el talento sea la clave para que una PYME crezca. Esa relevancia se eleva al infinito en un país en donde el tejido empresarial está compuesto por pequeñas y medianas empresas en un 99%.
Y así, al ser tan relevantes en las empresas, las personas se vuelven imprescindibles en la economía. Entender el papel tan importante que desempeñan en la economía española nos hace dimensionar correctamente la aportación de cada profesional a la compañía en donde se desarrolla.
En Telecoming trabajamos con esta visión y miramos a cada talento por lo que aporta a la compañía y por ende, a la economía. Las PYMES somos generadoras de empleo y riqueza en España y nuestro principal activo son las ideas y decisiones promovidas por expertos. Por eso, más importante que crear empleo es crear empleo de calidad. Este matiz nos ha hecho merecedores del Premio CEPYME 2015 a la Creación de Empleo, un reconocimiento importantísimo a la labor que hacemos el equipo de HR de la mano de las áreas de negocio.
¿En qué consiste el empleo de calidad?
A lo largo del año 2014, pudimos crecer en 17 profesionales, lo que supuso un 31% más que el año anterior y el 100% de las contrataciones se incorporaron a la compañía con un contrato indefinido. En 2016 tenemos intención de aumentar nuestra plantilla un 10% más. Estas cifras esconden el valor de calidad que nos ha diferenciado en 2015. Y es que el empleo de calidad no va sólo de seleccionar y desarrollar, sino de seleccionar bien y desarrollar mejor.
La selección es un proceso complejo de identificación del talento, pero es también un momento de compromiso de la empresa. La contratación es una apuesta por integrar un profesional en un equipo con toda la relevancia que eso tiene. El mismo compromiso que exigimos a nuestro equipo, lo ofrece la compañía desde el primer momento en el que un talento nos elige como opción para desarrollarse personal y profesionalmente. No queremos defraudar, porque sabemos que tampoco nos van a defraudar. Este compromiso firme con el empleo de calidad no nos libra de cometer errores, pero nos acerca mucho al éxito. Es por eso que el año pasado sólo contemplamos empleos fijos en los nuevos fichajes.
En el crecimiento sostenido de los equipos también reside nuestro empeño por la calidad. En Telecoming crecemos por las personas que integran la compañía. No crecemos y luego contratamos, sino que contratamos para crecer. Esta pequeña diferencia nos permite tener equipos comprometidos, entusiastas e ilusionados con el proyecto de empresa. Abogamos por un crecimiento responsable de la plantilla, conscientes de que la sobredimensión de los departamentos es tan mala y peligrosa como la falta de profesionales. El expertise adquirido a lo largo de los años nos permite también optimizar los recursos internos, desarrollando los talentos que han ido creciendo dentro de la compañía.
El desarrollo como área de HR es estratégico en Telecoming, porque nos permite dos cosas fundamentales: consolidar el middle management y enriquecernos con ideas creativas. La creatividad junto a la agilidad y simplicidad son los tres valores con los que hemos alcanzado la excelencia en materia de creación de empleo. Es también la filosofía con la que trabajamos en 7 países del mundo y que nos ha permitido registrar crecimientos de dos dígitos en facturación desde nuestros comienzos en 2008. Equipos multidisciplinares, rotaciones internas, cambios interdepartamentales, promociones…. son el resultado visible de un trabajo de desarrollo de talentos que se inicia en el momento de la contratación de un profesional. Pero como otras áreas, la de desarrollo debe mantener los estándares de calidad de la compañía, asumiendo que no todo el mundo tiene el mismo plan de carrera y que no todos requieren la misma formación.
La formación también es determinante para crear un empleo de calidad. Porque, si bien el saber no ocupa lugar, sí ocupa tiempo. El equilibrio en este sentido se vuelve clave. Es responsabilidad de los departamentos de HR poner las herramientas y competencias necesarias a disposición de los equipos para que el desempeño de sus funciones suponga también una construcción a nivel profesional de cada uno. Esto sería imposible sin formación, pero tampoco sería posible si el programa de la misma no siguiera una estrategia y un plan en su elaboración.
Los jóvenes como promotores de la calidad
La apuesta por el empleo joven debe ser firme. Las nuevas generaciones integrarán equipos en los que aportarán las ideas y la ilusión que impulsarán el crecimiento de las organizaciones. Los programas de mentoring, que en Telecoming incrementamos un 33% en 2014, nos permiten fortalecer nuestra plantilla y reinventar el futuro de la compañía, obligada a cambiar al mismo ritmo que el mercado digital en el que se desarrollamos nuestra actividad. Seamos conscientes del valor real de los jóvenes. Son garantía de innovación y desempeñan un papel fundamental en las empresas, la sociedad y en definitiva, en el progreso de nuestro país.
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