¿Están en vías de extinción las profesiones de Recursos Humanos? La respuesta sería: así debería ser. Con un poco de suerte, estamos en el proceso de asumir intelectualmente que el cambio es inherente al éxito y que lo estático y la rutina suelen estar vinculados a la extinción (sea esta más o menos lenta). Es bien sabido: adaptarse al cambio o morir.
¿Y los profesionales de Recursos Humanos –perdón, de la gestión de personas, que es mucho más glamuroso–? ¿Es que no forman también parte de esta ecuación? ¿Qué es lo que se les tiene que explicar, si son quienes más saben cómo son los seres humanos –todos extraordinariamente diversos–, el porqué de su comportamiento, el cómo enrolarles y la forma más o menos sutil de motivarles o de ser los verdaderos impulsores de su engage?
El mundo, las profesiones, la globalización, las generaciones, los modelos de comunicación, las expectativas están evolucionando a un ritmo absolutamente incontestable. ¿Por qué continuamos aplicando las mismas recetas? Administración de personal, selección, formación, evaluación, compensación… Lo siento: todas ellas son tareas o profesiones en extinción.
Los nuevos puestos más demandados no existían hace cinco años. Solo por mencionar algunos: community manager, customer success manager, scrum master, program manager… Un max-mix de antiguos roles, aderezados con nuevas tecnologías, pero totalmente vigentes hoy en día. Como un mantra, no dejemos de recordarlo… adaptación o extinción.
Lo cierto es que todavía se está digiriendo la especialización en funciones, un nirvana en el que solo un 36% de las empresas tiene un departamento estructurado de esta forma y un 62% desearía tenerlo, según una encuesta anual que Wolters Kluwer realiza con entrevistas a responsables de más de 1.000 organizaciones.
O la función de RRHH pretende ser el motor de cambio del status quo actual o está condenada al ostracismo de por vida hasta su extinción. Ni más, ni menos.
¿Es que nos creemos propietarios de un conocimiento ancestral que debemos preservar y mantener oculto?, ¿acaso somos druidas o chamanes? El mayor éxito de los profesionales de RRHH es ser capaces de que sus organizaciones puedan prescindir de ellos. Que todos, mandos y empleados, sean conscientes de que contribuyen y aportan a la función de RRHH. No deberían más que dedicarse a mejorar la gestión de personas de cada uno de los miembros de su organización extendida (empleados, colaboradores, proveedores, clientes, etc.). Mejorar el talento individual y colectivo y dedicarse a ello de forma constante y sistemática.
Y si no estamos todavía en esta órbita, debemos ser conscientes de que estamos trabajando (y consiguiendo avances) para llegar a ella. No hay lugar para los que no saben qué están haciendo, para qué trabajan o por qué. La función de RRHH es la primera de la lista de cualquier organización que tiene que poder responder a estas preguntas sin ningún atisbo de duda.
Los profesionales de RRHH son la vanguardia, el bastión de proa de esta visión y no pueden dejar de dar ejemplo. No basta con ser eficientes, eficaces ni resolutivos. O realmente contribuyen a mejorar su organización o no sirven y, por ello, el ecosistema prescindirá de ellos y se extinguirán.
De igual, forma si la organización no ofrece un clima adecuado, unas garantías suficientes, languidecerá frente a aquellas que se han sabido adaptar. Es por ello que esta tarea de renovarse y empujar la transformación debe ser absolutamente prioritaria. Si se prefiere analizar desde un punto de partida más egocéntrico, en el fondo los profesionales de RRHH también se están jugando su futuro. Deben vaciarse, deben entregar lo mejor de sí mismos y, al menos, no poder decir que no lo han intentado.
Y, si lo consiguen, dejarán de ser los motores proactivos de evaluar, seleccionar y formar o administrar a sus compañeros. Porque todos los mandos lo tendrán perfectamente asumido. Su rol pasará a ser el de la mejora continua de las personas y, con un poco de suerte, el aún hoy llamado departamento de RRHH dejará de existir, pero sus funciones, reinventadas, pervivirán dentro de la organización.
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