Saliendo o no de la crisis, porque según con quién comentes estamos saliendo… ¡o no!, cierto es que los mercados se están moviendo, no precisamente hacia nuestros empleados menos valiosos. Se acercan peligrósamente a nuestros empleados estrella y si queremos evitar que se conviertan en estrellas fugaces más vale dedicar algo de tiempo a revisar y actualizar nuestras próximas estrategias de recursos humanos.
¿Qué acciones hemos acometido durante los años difíciles? ¿Cuáles hemos aparcado y cuáles sencillamente han desaparecido del escenario? ¿Qué mensajes hemos transmitido a nuestros empleados y directores? ¿Qué función hemos desempeñado?
Si eres de los que han dedicado todos sus esfuerzos a reducir los costes de personal, acción necesaria cuando están comprometidas las bases de la organización, quizá vaya siendo hora de desempolvar las ideas de retención, crecimiento y motivación de las personas poseedoras del talento que mueve a la empresa.
Queremos invitarte a una reflexión profunda de tus objetivos en la empresa. Reflexión que, una vez madura, te sugerimos compartas con las líneas de negocio de tu organización puesto que esa es la esencia de recursos humanos: dinamizar las áreas de negocio proporcionándoles el talento que necesitan y en el momento en que lo necesitan para conseguir sus objetivos.
Ya no es el área financiera quien dirige la empresa, tal y como ha venido siendo necesario estos últimos años. Es el momento de la unión por el crecimiento, por la consolidación, por enfocar el talento en lo que diferencia a la empresa de sus competidores; por contribuir a hacer brillar al cliente, ayudarle a tener éxito… Y es Recursos Humanos quien tiene esa función integradora ya que puede contemplar a la empresa de manera horizontal, no sólo por departamentos o áreas.
Con esa visión global debemos afrontar los pasos necesarios para retomar ese papel positivo que debe recaer en el área de los recursos humanos:
- Identifica tu talento clave, que habrá evolucionado durante estos años, y comprueba que está correctamente ubicado en la empresa.
- Determina qué áreas de la organización necesitan incorporaciones.
- Define una política de retención del talento clave, más allá de las acciones individuales que se puedan ir acometiendo.
- Ve retomando el presupuesto para beneficios sociales que hayan podido quedar aplazados.
- Elimina el miedo a diferenciar; no queremos elevar los gastos de recursos humanos de forma generalizada, sino que vamos a incrementarlos para el talento clave de la organización:
- Actualizaciones salariales,
- Ampliar la formación más allá de los elementos obligatorios en el sector,
- Participación en áreas fundamentales de la compañía, tradicionamente ocultas, incluso en la toma de decisiones.
- Gestionar mejor la diversidad y la multiculturalidad.
- Optimizar el uso de las TIC para el talento.
- En definitiva, detectar cuáles son los elementos que motivan a estas poblaciones diferenciadas y encontrar las formas de proporcionárselos.
- Y, sobre todo, comunica, comunica, comunica…… Debemos eliminar la impresión de que recursos humanos juzga y quita (excusa muy usada por los directores de línea que no han querido comprometer su popularidad entre sus empleados) para convertirnos en constructores de buen ambiente, de talento y calidad de servicio en la empresa, de alegría por pertenecer.
Todo esto no podemos hacerlo sin actualizarnos, formarnos; las cosas están avanzando más rápidamente de lo que los departamentos de recursos humanos podemos asimilar pero merece la pena dedicar tiempo a estudiar y conocer las nuevas tendencias, cómo las están aplicando otras empresas y la aparición de nuevas soluciones.
Porque afortunadamente en el mercado encontramos soluciones tecnológicas que nos ayudan a gestionar estos temas de manera más eficiente, liberando nuestro tiempo para las labores estratégicas, las importantes, dirigidas a generar impacto en las áreas de negocio de la empresa. Esa es nuestra función, ayudarles a mejorar sus resultados.
Así que ya sabes, tanto si has pasado unos años dedicado a las relaciones laborales con la calculadora en la mano, como si has tenido la suerte de contar con presupuesto para acometer pequeñas acciones….. es el momento de conocer lo que la empresa necesita para crecer y reposicionarse, para identificar el talento de que disponemos y echar a volar la imaginación para retener y captar el que necesitamos.
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