¿Cuál es el reto actual de las empresas? Nosotros creemos que va más allá de conseguir los objetivos previstos, incluso de producir más. Quizás ha llegado el momento de dejar de hablar de cantidad y empezar a hablar de calidad en el sentido más amplio.
¿Qué necesitamos ante el cambio constante, la inestabilidad, la ambigüedad y la incertidumbre? Quizás una verdadera Re-Evolución de lo establecido, como decía Tolstoi “la única revolución válida es la que uno hace en su interior”, por ello necesitamos una imprescindible y verdadera toma de consciencia.
Necesitamos empresas coherentes, dirigidas por personas íntegras y honestas. Líderes auténticos y coherentes. Líderes que se comporten como líderes, que sean ejemplo de coherencia e integridad, con discursos consistentes, aquellos que mantienen armonía entre lo que piensan, lo que dicen y lo que hacen.
“Sea ésta la regla de nuestra vida: decir lo que sentimos, sentir lo que decimos. En suma, que la palabra vaya de acuerdo con los hechos”. Séneca
Bill George en el libro Authentic Leadership: Rediscovering the Secrets to Creating Lasting Value (2003) y en su posterior True North (2007) habla del líder como la persona genuina, fiel a sí misma y a sus creencias, que genera confianza y desarrolla relaciones sinceras con los demás. El líder con una clara vocación de servicio, enfocado a su propio desarrollo y al desarrollo de sus colaboradores. El líder que reconoce su vulnerabilidad y el error como parte de un proceso de aprendizaje. Justamente ese reconocimiento de las áreas de mejora propias permiten al líder conectar con las personas de su equipo.
“El liderazgo es un viaje, no un destino. Es una maratón, no una carrera de velocidad. Es un proceso, no un resultado” John Donahoe, presidente de eBay.
Lo que define el estilo de liderazgo de una persona es su historia de vida, sus experiencias y el impacto en las relaciones que estableció con sus padres, profesores, entrenadores, mentores, y jefes que de alguna u otra manera influyeron en el desarrollo de su potencial. Necesitamos aprender a hacer de nuestra vida una película y no una serie de instantáneas durante el camino. Una historia donde lo que nos sucede conecta con unos determinados resultados y vivencias que nos abren determinadas puertas y por tanto también nos cierran otras.
Bill George nos habla de propósito, de conocerse a uno mismo, de pasión, de corazón, de relaciones personales y de autodisciplina. No es el primero y tampoco es el último que plantea la necesidad de la conexión con uno mismo para lograr la conexión con los demás. Tampoco es el primero en señalar la conexión como la clave de la inspiración y la influencia en las personas.
Pero ¿qué nos impide pasar de la teoría a la práctica? Posiblemente muchos juicios sobre lo que el autoconocimiento y el desarrollo personal significa. Sabemos que no podemos separar a la persona del profesional, pero lo hacemos continuamente. Tratamos de separar a las personas, distinguiendo entre lo que SON y lo que HACEN, cuando lo que “hacemos” tiene que ver con “quiénes somos”. Proclamamos la gestión de las emociones como herramienta clave en la dirección de personas, declaramos que mantener conversaciones productivas permite obtener mejores resultados en la vida y en los negocios. Pero ¿qué nos impide gestionar las emociones “de verdad”? ¿qué nos impide conversar con nosotros mismos y con los demás “de verdad”?
Necesitamos autenticidad, necesitamos dar un paso al frente, evolucionar hacia la coherencia entre lo que predicamos y lo que hacemos. Para ello es importante que identifiquemos en primer lugar nuestros miedos, algunos ejemplos son:
- Miedo a la exposición, a mostrarnos vulnerables (a que nos vean realmente)
- Miedo al fracaso y a no lograr los objetivos ( y por supuesto los resultados)
- Miedo al cambio y resistencia a lo desconocido (salir de la caja de confort)
- Miedo a perder lo que creemos que hemos conseguido (vivir en la escasez)
Ser conscientes de todo ello nos ayuda a poder observarlo desde una nueva perspectiva, un nuevo escenario en el que pongamos en valor de manera determinante a la persona, con todo lo que esto significa, miedos, creencias, barreras y necesidades.
Habitualmente en nuestro trabajo como coaches ejecutivos, encontramos a una inmensa mayoría de directivos y líderes con resistencias a hacer las cosas de otra manera si no logran visualizar un claro beneficio para ellos, para sus colaboradores y para la empresa u organización en general. Y no solamente necesitan identificar beneficios sino mejorar e incrementar los resultados que ya obtienen con “su hacer habitual”. Ahí está la clave, ¿qué más (o diferente) podríamos lograr con un mayor conocimiento sobre nosotros mismos y sobre los demás? ¿qué más podríamos conseguir si establecemos una relación de conexión con nosotros mismos y con los demás? La respuesta es: Consciencia, Autenticidad, Coherencia, Libertad y Responsabilidad para el líder y para su equipo.
Liderar desde la autenticidad y la coherencia, el líder que se ve a sí mismo y que ve a los demás. Que prioriza su voluntad de servicio a su necesidad de ego e individualismo, aquel busca el desarrollo y crecimiento por encima del reconocimiento personal e individual.
En Blc Coaching & Mentoring estamos comprometidos con el desarrollo de nuestros líderes y por ello hemos lanzado un programa “en abierto” enfocado al entrenamiento de las habilidades y competencias del líder auténtico y coherente basado en las herramientas del coaching, el Programa de entrenamiento desde las habilidades del coaching. Un programa eminentemente práctico en modo taller que ayuda a la persona a conectar con él mismo y con los demás.
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