La irrupción de la digitalización en nuestro día a día ha cambiado completamente la manera de formar y de ver la formación. Ya no nos comunicamos, informamos ni aprendemos como lo hacíamos antes, y este cambio en los usos de la tecnología debe tenerse en cuenta en el momento de establecer las políticas de formación en las organizaciones.
Una de las principales reticencias expresadas por los alumnos ante una formación, ya sea presencial u online, es su duración. El usuario está cada vez más acostumbrado a consumir información lo más concisa posible, en el momento en que la necesita e independientemente de dónde se encuentre. Ante la necesidad de adaptar las formaciones al formato que demandan los alumnos, surge el concepto de micro-learning.
Nuevas tecnologías, nuevos comportamientos
Al igual que las empresas, sus trabajadores también han experimentado la transición a la tecnología digital. En la sociedad actual nadie escapa a esta revolución digital que induce nuevos comportamientos. Tomemos como ejemplo un tweet, que transmite información al lector en un máximo de 140 caracteres. Es corto, preciso, rápido y comunica el mensaje deseado. El micro-learning tiene como objetivo la transmisión del conocimiento en secuencias de micro aprendizaje haciendo uso de las mismas herramientas multimedia que los alumnos utilizan diariamente, no solo en el trabajo sino también en su vida personal. Esta formación en forma de módulos rápidos es lúdica, flexible, accesible y gusta a la mayoría de las personas.
El formato breve de este tipo de formación aumenta la implicación y la motivación de los alumnos, que van a asimilar rápidamente la información proporcionada. De hecho, no hay textos inútiles o detalles que harían perder la concentración del alumno; se pone énfasis en lo esencial con el objetivo de que el mensaje sea comprendido y retenido. Si el micro-learning tiene un gran éxito entre los alumnos, ¿podemos decir que se puede formar únicamente haciendo uso de esta modalidad? La respuesta es, obviamente, no. La formación presencial, y su consiguiente contacto humano, es preferible en ciertas situaciones, como el e-learning lo será en otros casos. Debemos marcar el ritmo de la formación a través de una planificación que tenga en cuenta las diferentes modalidades y las aplique en el momento oportuno con el objetivo de mantener la atención del alumno a lo largo del itinerario formativo.
El vídeo, una respuesta inmediata a una necesidad concreta
Aunque la mayoría de los responsables de recursos humanos o de departamentos de formación ya han probado y visto los resultados que las soluciones de formación digital tienen entre sus empleados, aún dudan de la eficacia de estos formatos cortos. Sin embargo, ¿quién no ha visto alguna vez un vídeo tutorial en YouTube? El vídeo es, en muchas ocasiones, la manera más rápida de formarse para satisfacer una necesidad inmediata. De hecho, podemos estar seguros que los destinatarios de nuestras formaciones utilizan este recurso para dar respuesta a sus problemas. Entonces, ¿por qué no adaptarnos a ellos ofreciéndoles lo que ya están buscando fuera?
Un breve vídeo formativo parece ser la solución perfecta ante la problemática de las apretadas agendas de los alumnos. Si los departamentos de formación quieren atraer y mantener el talento de sus equipos, deberán adaptarse a sus costumbres. Si tomamos el ejemplo de YouTube, con más de 300 horas de vídeos y un millón de usuarios cada hora, podemos afirmar que el formato vídeo está en su mejor momento. Los internautas prefieren el vídeo frente a otros soportes, por lo que la formación debe adaptarse a ello.
Hoy en día, casi todo el mundo es capaz de crear un vídeo y de publicarlo en línea. Sin embargo, no todos los vídeos son formativos, ya que para ello deben cumplir con ciertos requisitos pedagógicos, y necesitaremos además instrumentos para organizar y almacenar los materiales.
No obstante, es difícil encontrar una herramienta que permita realizar un vídeo con un escenario pedagógico, con una plantilla y con textos e imágenes. A menudo es necesario utilizar varios software para crear una formación de micro-learning. No se trata de realizar tutoriales en vídeo, sino de itinerarios formativos enriquecidos con referencias pedagógicas. Para ello, e-doceo ha desarrollado Skillcatch, una aplicación gratuita para Android e IOS que permite captar de inmediato un talento detectado, de manera simple y rápida, a través de un smartphone.
Democratizar la formación
Si el conocimiento en una organización se encuentra en todos y cada uno de sus colaboradores, ¿por qué la formación debe estar única y exclusivamente en manos de unos pocos? En e-doceo estamos convencidos de que del mismo modo que la revolución digital ha puesto al alcance de todos los usuarios la posibilidad de convertirse en emisores de información y contenidos, esa democratización debe llegar también al ámbito de la formación. Todas las organizaciones están llenas de pequeños o grandes expertos en su trabajo diario, ¿quién mejor que ellos mismos para transmitir ese conocimiento y compartirlo con los demás?
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