Aprobada la nueva versión de la norma ISO 14001

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Después de tres años de revisión por parte de 121 expertos de 88 países, la Organización Internacional de Normalización (ISO) ha publicado la nueva versión de la norma ISO 14001, el estándar de referencia internacional para la gestión ambiental de las organizaciones. La versión de 2015 es muy esperada por las empresas y profesionales del sector debido a que introduce significativos cambios.

Cambio estructural

Ha sido escrita utilizando la nueva estructura de alto nivel que es compartida por todos  los sistemas de gestión de normas ISO. Esto simplifica la integración, al implementar más de un sistema de gestión.

Cambios sustantivos

Busca posicionar el Sistema de Gestión Ambiental en el centro de la estrategia organizacional. Con este objetivo se han realizado significativos cambios.

Mayor responsabilidad de la Dirección. La Dirección se define con más detalle, para integrar más estratégicamente al Sistema de Gestión Ambiental en la toma de decisiones de la organización.

Enfoque de Ciclo de Vida. Existe el requerimiento de considerar los impactos medioambientales a través de la Cadena de Valor y la consideración de cuestiones relativas al Ciclo de Vida.

Repensar el impacto. Introduce el término de «condición ambiental» definido como «cambios medioambientales de largo plazo que pueden afectar las actividades de la organización, los productos y servicios, exigiendo adaptación». El objetivo es permitir que las organizaciones puedan pensar el impacto del Medio Ambiente sobre ellas, más que el impacto que ellas ejercen sobre este.

Riesgos y oportunidades. Existe el requerimiento específico de demostrar cómo los riesgos y oportunidades medioambientales significativos son manejados a lo largo de la Cadena de Suministro. La organización debe demostrar que ha establecido vínculos entre cuestiones relevantes del Medio Ambiente, y sobre cómo estas se relacionan en los negocios y cómo son manejadas las interfaces con el negocio.

Reporte pro-activo. La organización debe ser pro-activa proporcionando información externa sobre cuestiones medioambientales y demostrar un mayor control sobre cómo utiliza y maneja los datos del entorno.

Fortalecimiento de las disposiciones de cumplimiento. La cláusula relativa a la evaluación del cumplimiento ha sido reforzada, pues ahora se pide especificar exactamente cómo el cumplimiento es evaluado y registrado.

Mejora continua. Existe un énfasis mayor en el requerimiento de mejoras continuas, a través de una cláusula específica, acorde con la política establecida por la Dirección, por lo que debería haber menos margen para una interpretación errada.

El proceso de adaptación a la norma por parte de las organizaciones comienza ya, y se extenderá hasta 2018. Por ello, los profesionales del Medio Ambiente más demandados por las empresas y por todos los sectores serán aquellos que conozcan esta nueva norma en profundidad.

La formación en materia ambiental adquiere ahora aún más relevancia, si cabe, ya que el reto está en saber determinar los cambios en los Sistemas de Gestión Ambiental bajo el paraguas de la nueva versión, no solo para integrar y enraizar más la norma en las organizaciones, sino para poder integrar de forma más efectiva la gestión del Medio Ambiente con la gestión de la Calidad y lograr verdaderos Sistemas de Gestión Integrados que aporten valor y beneficios a los negocios.