Que curioso me resulta ver cada día, a las personas que se acercan a nuestras oficinas, para entregar su autocandidatura y con los que muy gustosamente comparto unos minutos para conocer, escuchar, compartir, valorar y facilitar recomendaciones para mejorar su empleabilidad, siempre que sea es posible.
Muchas son las anécdotas que se producen cuando se abre la puerta de la oficina y escucho una frase casi siempre similar “hola quería entregar mi curriculum..”
En este primer momento, ya se valora la actitud de un candidato, en un proceso que comenzó mucho antes, cuando despertó esta mañana y decidió, que hoy iba a entregar curriculums. Entonces no era consciente del resultado de su acción y sobre todo de la oportunidad que le podría surgir o que dejaría pasar.
Podríamos profundizar en su forma de vestir, pero hay muchos ejemplos de grandes profesionales que nunca hacían gala a los protocolos de indumentaria, la forma en la que se presenta, la gestión que hace de sus documentos (CV) guardados como oro en paño en espacios muy diversos…principalmente, bolsos para ellas y mochilas para ellos…aunque también, carpetas, fundas, portafolios, carteras, etc…Podríamos analizar cual ha sido su preparación para ese momento, objetivo, recopilación de información, datos, estrategia, etc….pero quedémonos con el momento.
Me he dado cuenta de que es sumamente importante la perspectiva, esa que nos da una forma de entender las cosas según desde donde las observemos. Y lógicamente, para cada uno será muy diferente.
Me imagino levantarme por la mañana, no se a que hora y con las motivaciones propias o externas , tomar la decisión de salir a buscar empleo… o en el otro caso, estar redactando propuestas, informes, realizando procesos de selección y que en ese momento suene el timbre…muy distintas las dos posiciones.
Si además tu proceso se ha repetido en las ultimas 10 acciones y solo esperas dejar un documento, ligeramente arrugado, por la caminata y el desplazamiento en cada caso…lo que menos esperas es que alguien te invite a sentarte y quiera compartir contigo tu objetivo al presentarte en ese momento.
Muchos son los profesionales en recursos humanos, que hablan de actitud, la que deben tener los candidatos cuando actúan o participan el cualquier proceso, ¿pero cuantos se han cuestionado cual es el motivo de la actitud de ese candidato en ese momento? De esta reflexión surge mi primera propuesta para cualquiera que reciba a un candidato/a…es fundamental nuestra capacidad de escucha y comprensión, también conocida como empatía con la persona que tenemos delante y fundamental siempre cuando se trata con personas.
Pues ese tiempo, quiero pensar que aprovechado por algunos, me hace cambiar mi percepción, la que tenia cuando sonó el timbre por que alguien decidió que hoy era el día. Y que me invita a participar en esa obra de la que es el actor principal, en mi caso sin tener papel ni guión preparado, pero en la que agradezco encarecidamente actuar y de la que obtengo ilusión y esperanza.
En cualquier caso y para todos siempre; “no dejes de disfrutar de esos cinco minutos que pueden provocar un cambio muy importante, aprovechalos”.
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