– Querida Doña Elena, he oído que en este país tan solo pagamos impuestos unos cuantos y que incluso se ha hecho una amnistía encubierta llamada “Falciani” ¿qué de cierto hay en ello? Es verdad, mi querida señora ¿qué entonces el Estado nos engaña? ¿Qué debemos hacer? ¿Sigo pagando mis impuestos?
– Mi querida amiga, con mucho gusto e interés, paso a responder a tu carta. Como bien sabes, todo esto se basa en la llamada “lista Faciani”, una detallada relación que facilitó Hervé Falciani, empleado del HSBC. En la misma este bancario sin escrúpulo ninguno, indicaba datos de hasta 1.972 personas y pese a la exactitud y detalle de los mismos, tan solo se pudieron identificar a 659 personas.
Eso sí, todas ellas muy respetables y de noble condición, que podían haber cometido algún “banal pecadillo” en materia de impuestos. Pero puedes estar tranquila, la Agencia Tributaria siguiendo dictados venidos de muy arriba, permitió que pudieran regularizar su situación, al enviarles el procedimiento por vía de requerimiento y no de inspección (como ves, un mero legalismo), evitándoles el bochorno de que incluso alguno de ellos (con lo que han hecho por este noble país) pudieran pasar por el fatal lance del delito fiscal y ser castigados hasta con seis años de cárcel.
Dicho lo cual, aunque lo pudiera parecer, te diré, que esto poco a nada tiene que ver con la situación de nuestros impuestos. Como bien decía antes, estas personas podrían haber cometido algún pequeño error o incluso haber olvidado incluir una o varias de sus múltiples cuentas financieros en algún o alguno de los múltiples paraísos fiscales con los que operan. Pero, nuevamente puedes estar bien tranquila, que la contribución que a lo largo de tantos y tantos años han hecho por este, nuestro país, compensa con creces las cantidades que es posible que hayan dejado de pagar.
Cantidades que aunque para nosotros, personas de a pie, puedan parecer muy muy elevadas, realmente no lo son tanto si las comparamos con el presupuesto de un Estado como el nuestro, que como puedes deducir de mi contestación, no creo que ni mucho menos que nos engañe.
Por tanto, tan solo te pediría paciencia, mesura y fidelidad. Y también que pensaras, que por supuesto, tanto tú, como yo, como el resto de personas corrientes, hemos de seguir pagando nuestros impuestos, para que nuestra clase dirigente continúe con mano firme con la sabia administración que hasta la fecha ha quedado fehacientemente demostrada.
Recibe un cariñoso saludo, de esta muy buena amiga tuya.
Y para terminar un último consejo, no te lo pierdas ningún día, Francis, Francis, hoy como ayer, en Radio España, hemos escuchado el Consultorio de Elena Francis, Francis, Francis, Francis. O, ¿ha sido el Telediario?
Que la fuerza os acompañe.
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