Que nadie lo tome
Como algo real
Eso del síndrome
Postvacacional.
No es de halago
Ni algo casual
Que ese mal
Suene a vago.
Las sensaciones
volviendo al tajo,
o al trabajo,
de las vacaciones,
ahora es enfermedad
que sufren algunos,
que son unos tunos,
y una barbaridad.
Aunque no guste
hay que currar
para pagar,
Aunque disguste.
A mi el síndrome ese
Me suena fatal
Y más que un mal,
Por mucho que pese
Me parece un timo
Y su olor y fragancia
No lo escatimo
Me huele a vagancia.
Y así yo lo digo.
1 comentario en «El mal postvacacional»
Totalmente de acuerdo con que es un invento estúpido que acabamos creyendo y, al creerlo, nos sentimos mal de verdad. Consultores, psicofarsantes, periodistillas… hablan de síndromes inventados que la gente acaba creyendo. Un poco de profesionalidad, por favor. El síndrome postvacacional verdadero es el de los 134.000 cotizantes menos que han dejado de tener un contrato en agosto. Que les pregunten a esos, o a los más de 4 millones de desempleados que continuan suplicando una oportunidad en este país.
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