¿Conoces la historia de Alfred? Se trata del recién licenciado que, desesperado por recibir negativas, decidió pedir empleo en plena estación de Waterloo (Londres) bajo el cartel: “Marketing Graduate – Ask for a CV”. Con esta campaña, Alfred generó el ruido necesario, demostrando sus capacidades de una forma práctica, y consiguiendo sin duda sus objetivos: ahora trabaja como jefe de Relaciones Públicas.
Hoy en día, debido al avance tecnológico, las vías para generar creativas campañas de marca personal se han multiplicado, por ejemplo, con el auge de las redes sociales. Estas plataformas proveen a sus usuarios de valiosas herramientas de difusión: ya sean perfiles personales o profesionales, contenidos generados o ajenos, contactos compartidos…
Dicha realidad ha provocado que la mayoría de los reclutadores se sirvan de estas nuevas tecnologías para saber más acerca de sus candidatos, lo cual hace pensar que, inevitablemente, estamos ante una oportunidad magnífica para la búsqueda de empleo.
Esta forma aparentemente pasiva de buscar trabajo: twitteando, bloggeando, generando likes, o simplemente debatiendo contenido ajeno, no es más que un eslabón más en la construcción de tu marca personal. Por este motivo, toda la actividad generada por el candidato habrá de ser coherente y cohesionar a la perfección todo aquello que quiere mostrar de sí mismo, demostrando siempre por qué ha de ser contratado.
Primer paso: ¡Estudia tu marca personal!
¿Qué quieres mostrar de ti mismo? ¿Cómo eres percibido por los demás? Si encuentras dificultad a la hora de determinar qué es aquello que te define como profesional, prueba con este método:
– Identifica varias marcas comerciales
– ¿Podrías definir dos o tres atributos de cada una de ellas?
– Identifica características comunes entre ellas, ¿en qué se parecen?
– Acabas de dar con los valores de marca que personalmente valoras.
– Ahora, inclúyete en el ejercicio: ¿Cómo podrías promocionar esos valores en ti mismo en tu búsqueda de empleo?
Si has finalizado correctamente el ejercicio habrás obtenido una visión global de tu marca personal, y podrás utilizarla con claridad en tu estrategia de búsqueda. Al final, la mejor forma de crear marca es descubrir la conexión entre las necesidades del exterior (en este caso, las empresas contratantes) con las características que ya posees.
Segundo paso: ¡Actualízate! ¡Crea tus perfiles sociales!
Aunque la búsqueda de empleo por medio de las redes sociales va ganando terreno a las formas tradicionales, existen factores que siguen muy presentes: el currículum, las tarjetas de visita, las cartas de presentación, etc. siguen formando parte activa de la marca personal de los candidatos en búsqueda de empleo, y, por ello, has de preocuparte por vincularlos a tu presencia online, haciendo crecer tu marca y, lo que es más importante, tu credibilidad y reputación.
Tercer paso: ¡Has creado tu marca personal social! Oriéntala.
Llegados al punto más importante nos hemos de plantear ¿hacia dónde queremos llegar con nuestra marca? Promocionarte en las redes sociales te servirá de trampolín hacia muchas personas, empresas y reclutadores que podrían llegar a conocerte, pero, para ello, crear una estrategia de difusión eficaz determinará sin duda el éxito de nuestro esfuerzo.
En este sentido, sólo basta con que tengas en cuenta una premisa básica: no es necesario que satures el mercado con la promoción de tu marca personal. La forma más efectiva será centrar tu esfuerzo en una o dos redes profesionales como máximo, con la creación de un blog específico y, por supuesto, potenciando tu red de contactos, actuando siempre con la máxima fidelidad a tu estrategia.
Cuarto paso: Mantener tu red de contactos.
Has hecho lo más importante, y, probablemente tu marca personal empiece a recibir los frutos de tu esfuerzo, pero no tienes que olvidarte de la capacidad de expansión que suponen este tipo de plataformas sociales.
La llamada presencia Social Media te permitirá relaciones sociales y profesionales que por otra vía podrían no producirse, lo que supone la posibilidad de generar una gran red de contactos de calidad, lo que te hará más empleable, por ende.
Interaccionar con ellos, consultar su información y contenidos, compartir aquello que nos resulte interesante o estar disponibles para poderles ayudar, serán pilares básicos en el mantenimiento de una buena relación con tus contactos.
Como conclusión, cobra especial importancia que la línea de actuación que traces en la creación de tu marca social se mantenga hasta el final, pues en cada uno de los eslabones de la cadena estarás generando impresiones, imagen personal y profesional, y un tropiezo podría suponer una pérdida de oportunidades.
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