Llega el buen tiempo y apetece salir fuera, disfrutar de la naturaleza. También para desarrollar nuestras capacidades y mejorar a través del coaching. El Coaching Outdoor es una modalidad de coaching de equipos que se realiza al aire libre, aunque no necesariamente, ya que también se puede realizar en un espacio cerrado, pero sí (y esto es lo importante) fuera del entorno habitual de trabajo, de manera que puedan activarse nuevos recursos, nuevos pensamientos o habilidades.
Atrás quedaron los días en que las empresas contrataban costosísimas jornadas outdoor buscando las experiencias más exóticas y sorprendentes: viajes en globo, al desierto, el Polo Norte, grutas subacuáticas, rafting, descenso de cañones,…y un sinfín de actividades multiaventura orientadas al team building, con el objetivo de pasar una jornada agradable y contribuir a crear un buen ambiente de trabajo.
El Coaching Outdoor da un paso más allá, combinando las actividades outdoor con el coaching de equipos. De esta manera, el outdoor pasa de ser el fin a ser el medio. Lo importante no es ya el exotismo de la actividad sino que reúna los requisitos necesarios para, a través del debriefing posterior, dirigido por un coach, los participantes tomen conciencia de sus puntos fuertes y de sus áreas de mejora, reflexionen acerca de lo acontecido durante la actividad y realicen aprendizajes que puedan fácilmente trasladar a su día a día.
Las jornadas de Coaching Outdoor están dirigidas tanto para equipos naturales (equipos de proyecto, equipo comercial,…) como para equipos o grupos formados por miembros de diferentes unidades de negocio, responsables de distintas áreas, pares que trabajan en localizaciones geográficas diferentes, etc.
Toda la actividad de Coaching Outdoor, que se realiza a lo largo de una o dos jornadas, gira en torno al objetivo propuesto por la empresa: mejora de las habilidades de liderazgo, cooperación, gestión del estrés, adaptación al cambio, mejora de la comunicación, toma de decisiones…
Una vez definido el equipo que va a participar en la actividad y el objetivo de la misma, el coach organizará y diseñará las diferentes pruebas de la jornada de Coaching Outdoor en base a esta información. Para ello, el coach deberá conocer algunos aspectos de la empresa, así como de las características y situación que rodea al equipo participante.
Para la realización de los diferentes ejercicios de la jornada, los participantes se dividirán en equipos que competirán o colaborarán entre sí, en función de los objetivos que se persigan, propiciándose situaciones de éxito y fracaso controlado, de manera que a través del debriefing final los participantes puedan llegar a identificar los comportamientos tanto individuales como grupales que les han llevado a uno u otro resultado. De esta toma de conciencia se originan muchas veces nuevos procesos individuales de coaching orientados a trabajar sobre las áreas de mejora identificadas.
Estas pruebas o ejercicios de Coaching Outdoor están supervisadas por un equipo de coaches (más o menos numeroso en función del número de participantes), que no sólo se encargan de supervisar la correcta ejecución de las pruebas y de observar los diferentes comportamientos de los participantes sino que en un momento dado, durante la propia realización de las pruebas, podrán hacerles de espejo haciéndoles conscientes de sus acciones o realizar alguna pregunta que les ayude a descubrir nuevos puntos de vista o a reflexionar acerca de cómo mejorar su rendimiento.
Todo quedaría en una jornada amena y divertida, con algún aprendizaje adicional, cumpliendo con los objetivos básicos de contribuir a un buen ambiente y a la unión del equipo, si no fuera por el debriefing final.
En ese momento la actividad outdoor se transforma en una sesión de coaching de equipos o de coaching grupal basada en las experiencias vividas durante la jornada. A través de sus preguntas, el coach provocará espacios de reflexión que lleven al descubrimiento, a la toma de conciencia y finalmente al compromiso de cambio a través de la acción. La profundidad de este debriefing estará siempre en función del objetivo marcado para la jornada, sin perder nunca de vista que el coachee (en este caso todos y cada uno de los participantes) es el verdadero protagonista del proceso de coaching.
En cada jornada de Coaching Outdoor se produce un antes y un después en los participantes, pero como en cualquier sesión de coaching, lo importante no es sólo lo que acontece durante la jornada sino las reflexiones y los cambios que ésta provoca.
En muchas ocasiones, de las jornadas de Coaching Outdoor surgirán necesidades de formación específicas o procesos individuales de coaching.
En cualquier caso, las jornadas de Coaching Outdoor constituyen una buena manera de introducir una herramienta tan potente como el coaching a través del juego, en un entorno natural, y alejados por uno o dos días de las reuniones, los smartphones, y el estrés.
Los comentarios están cerrados.