Las nuevas tecnologías y el desarrollo de Internet y las redes sociales han permitido que los clientes y consumidores expresen libremente sus opiniones sobre las empresas y compartan sus experiencias de consumo. Por ello, las compañías deben tener muy en cuenta a sus clientes en sus estrategias comerciales y ya están aplicando el concepto de marketing 3.0, en el que el foco de atención es el cliente y la sociedad. Es la evolución del marketing 1.0 centrado en los productos y el marketing 2.0 centrado en los consumidores. El marketing del futuro da un paso más allá y quiere demostrar al cliente que la empresa se preocupa por él, no solo como consumidor y como fuente de ingresos, sino como persona.
Por eso las compañías están incorporando nuevos perfiles digitales 3.0, un ámbito donde está creciendo la demanda de profesionales en todo tipo de empresas. El año pasado la creación de empleo digital fue del 52% en las empresas de internet y del 48% en las firmas tradicionales. Los empleos digitales se especializan y adquieren categoría en las organizaciones; los que más aumentan son la alta dirección y managers (38%), seguidos de los senior y especialistas (33,1%), mientras que se ha creado una bolsa de trabajo importante para jóvenes con formación digital (16,3%).[1]
Desde el punto de vista de los recursos humanos, esto implica que las empresas necesitan incorporar talento digital, profesionales con competencias que les permitan adaptarse a este entorno de trabajo 3.0. y también han surgido nuevos puestos de trabajo que hasta hace poco no existían.
¿Y cuáles son los perfiles más demandados?
En el ámbito 3.0 es muy importante el marketing de contenidos, por lo que están cobrando importancia los profesionales con habilidades para escribir en el mundo online y dar contenido a las webs, apps, blogs, redes sociales, etc. de las compañías. Son los Community Managers y los Content Managers, profesionales con formación en disciplinas relacionadas comunicación y que dominan las técnicas de creación, gestión y monitorización de comunidades online.
La movilidad es otra tendencia al alza, de hecho somos el cuarto país del mundo con más penetración de smartphones, un 85% de los españoles tiene uno, y lo consulta de media 50 veces al día- hasta 75 en el caso de los más jóvenes-[2]. Por ello, otro de los perfiles más demandados es el de desarrollador de aplicaciones móviles, un perfil muy técnico, pero muy alineado con el negocio y las necesidades empresariales.
El ecommerce también es un área en el que se demanda profesionales. Un 35% de las ventas online de retail se hacen a través de dispositivos móviles, pero solo un 35% de las empresas tienen su web adaptada a smartphones y tablets, algo que deben solventar cuanto antes, sobre todo las empresas de gran consumo. En este ámbito, se requieren profesionales de negocio como el eCommerce Manager, Online Product Manager, Web Manager, Traffic Manager o Product Manager, que suelen tener formación en marketing o en administración de empresas. También se necesitan perfiles técnicos como el IT Operations Manager, normalmente ingenieros técnicos, de informática o industriales.
¿Y qué competencias y conocimientos se les requiere a estos profesionales? Yo destacaría sobre todo las siguientes: pasión por las nuevas tecnologías, mentalidad abierta, capacidad analítica y organizativa, proactividad y orientación al cambio. En cuanto a conocimientos, aparte de los técnicos requeridos según la posición, también son fundamentales los idiomas, y estar habituados a trabajar en entornos cloud y móviles, y estar permanente al día de las nuevas tendencias.
La mejora de la economía hace que las empresas estén empleando recursos en mejorar su presencia en la red, lo cual unido a la permanente evolución en las tecnologías va a propiciar el auge de estos profesionales. Estoy segura de que en los próximos años asistiremos al nacimiento de nuevas posiciones vinculadas al mundo digital y a consolidación de muchas de las figuras que ya existen. Es tiempo de invertir en perfiles 3.0
[1] Informe de ISDI, 2014
[2] Datos de Deloitte, 2014
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