Dar el paso hacia el «Internet de las cosas» (IoT), que supondrá que todo estará conectado a internet, desde la nevera, la televisión, las zapatillas para correr hasta el reloj de pulsera, creará nuevos retos para la disponibilidad de datos tanto para los individuos como para las empresas.
A nivel internacional, la consultora IDC asegura que la adopción de productos y soluciones IoT crecerá de forma muy significativa en los próximos años, pasando de 1,9 billones de dólares en 2013 a 7,1 billones de dólares en 2020. Dos tercios de los clientes planean comprar tecnología conectada para sus hogares antes de 2019 y casi la mitad tiene pensado adquirir tecnología que puedan llevar encima. Esto va a suponer una presión considerable para las empresas que ofrecen servicios TI.
Los clientes tenemos grandes expectativas, consideramos que los datos, que se almacenan cada vez más en la nube, deberían estar disponibles en el momento y lugar en que los necesitemos; ya sea el historial de kilómetros recorridos, la carpeta compartida o las fotografías de la familia. En este sentido, las empresas que dan soporte y almacenan los datos deben ser un ejemplo de organización permanentemente activa al proporcionar disponibilidad constante.
También es necesario proteger los datos contra pérdidas y accesos no autorizados. Los clientes se rebelan contra las empresas que fracasan a la hora de tomarse en serio las preocupaciones relacionadas con su privacidad y leyes como las de la Agencia Española de Protección de Datos (AGPD) les respaldan. A medida que las empresas recopilan y almacenan más y más datos sobre individuos, la carga que supone proteger estos datos aumenta. Por ejemplo, una televisión conectada a internet genera registros centrales de todo lo que se ve, los datos de la tarjeta de crédito, lo que se ha descargado, potencialmente hasta los chats por vídeo. Las consecuencias para cualquier empresa que permita que los datos caigan en las manos equivocadas serían desastrosas.
Por todas estas razones, actualmente resulta esencial que una compañía u organización frente a la perdida de datos casi continua, verifique esta protección para garantizar la recuperación y emplee un cifrado adecuado para proteger los datos de accesos no autorizados.
En el caso de los data center actuales, este panorama se materializa en la protección de los datos en dos centros físicos diferentes y en la protección de la conexión entre ambos. Por tanto, si los backups se almacenan en la nube, debe hacerse con el mismo nivel de protección.
Por último, una cuestión en la que se hará más hincapié será obligatoriamente la protección de los datos mientras se encuentran en los dispositivos de usuarios como teléfonos y portátiles. La protección de extremo a extremo se está convirtiendo en una parte muy importante de una estrategia general de disponibilidad de datos. Veeam lanzará la herramienta de protección de backup de extremo a extremo gratuita Endpoint Backup para Windows en 2015, que complementará la disponibilidad exhaustiva que ya ofrece a los data centers virtualizados a través de Veeam Availability Suite.
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